El presidente de Paradores de Turismo, Miguel Martínez, la alcaldesa de Cáceres, Carmen Heras y el presidente de la Diputación, Juan Andrés Tovar, han visitado las obras de remodelación del parador de la localidad extremeña. Tal y como concretaron durante el desarrollo de la última edición de la Feria Internacional de Turismo (FITUR), Martínez y Heras han querido conocer ‘in situ' la marcha de unos trabajos que se encuentran en su fase final.

Las obras, que comenzaron en enero de 2010, harán posible que Cáceres cuente en primavera con un Parador totalmente renovado. En él destacará la redistribución del interior de los dos edificios que lo componen (el Palacio de Torreorgaz y la Casa de Ovando), la mejora de zonas comunes como la recepción, los aseos, los salones y el restaurante, que se adaptarán completamente a personas con movilidad reducida.

En cuanto a comodidades, el parador de Cáceres aumentará su número de habitaciones de 33 a 39 y lucirá una decoración más moderna con nuevo mobiliario, nuevos acabados y un cambio total en las instalaciones de fontanería, electricidad, sistema anti incendios, etc.

Parador moderno y sostenible

El proyecto y la decoración se adjudicaron por un precio total de 5,48 millones de euros (más IVA) que darán lugar a un edificio moderno y sostenible. En él se han tenido en cuenta los criterios de sostenibilidad y eficiencia energética que Paradores tiene establecidos, limitados únicamente por las características del edificio y su entorno en el casco histórico.

El futuro Parador Verde contará por tanto con nuevas instalaciones sanitarias de calefacción y agua caliente, sistemas de ahorro de agua y electricidad, utilización de energías renovables y reciclado de residuos. El parador de Cáceres cerró sus puertas al público en septiembre de 2009. Tras las obras de reforma se convertirá en un auténtico referente turístico para la localidad de Cáceres y toda Extremadura.

Localización de lujo

El Parador de Cáceres ocupa un antiguo palacio que perteneció a don Diego García de Ulloa, comendador de Alcuésar, quien lo levantó en el primer tercio del siglo XIV aprovechando los cimientos de una antigua construcción árabe. Perteneció posteriormente a los marqueses de Torreorgaz y se convirtió en Parador en 1989. Delata su presencia en pleno casco histórico de la ciudad su esbelta torre de aspecto italiano y en su interior cuenta con espacios de estilo gótico, renacentista y barroco.