La obra titulada 'Cerezas' del madrileño Enrique Javier de Lara Fernández, se ha adjudicado la trigésima edición del Premio Literario Felipe Trigo en su categoría de narraciones cortas, dotada con 6.500 euros, habiéndose declarado desierto el certamen en su modalidad de novela, que estaba dotada con 20.000 euros.

El premio se ha fallado en el transcurso de una cena-gala celebrada en el Hotel Cortijo Santa Cruz de Villanueva de la Serena (Badajoz) por un jurado presidido por el escritor Jesús Sánchez Adalid.

La velada ha sido presentada por la periodista Margarita Sáenz Díez y a la misma han asistido el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara; la delegada del Gobierno en esta comunidad, Carmen Pereira, y el ex presidente autonómico, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, entre otras autoridades.

Enrique Javier de Lara Fernández, de 53 años de edad, es natural de Madrid, aunque reside en Alcalá de Henares y en su currículum literario destacan diversos cuentos y relatos, narraciones largas, varios relatos juveniles y poemarios.

'Cerezas' es el relato de un hombre, vendedor de libros, fracasado y desilusionado en el trabajo y el amor, que conoce a una mujer que suscita su interés y da lugar a una trama y a pequeñas historias.

El autor, Enrique Javier de Lara Fernández, declaró tras conocer que era el premiado que "mi interés por la literatura me vino con la lectura de Robinsón Crusoe y en mi obra he intentado plasmar la situación de personas de mi edad".

La decepción para muchos asistentes a la velada ha sido que se declarase desierto el premio importante de la noche, el de novela, circunstancia que es la segunda vez que se da en este certamen con Jesús Sánchez Adalid como presidente del jurado.

En este sentido, el propio Sánchez Adalid manifestó que "el hecho de declarar desierta la modalidad de novela añade aún más prestigio a un premio limpio como el Felipe Trigo y certifica una vez más que es un premio honesto".

Sánchez Adalid admitió que "ha sido duro, pero la decisión se respiraba en el ambiente del jurado, pues el nivel de calidad de las cuatro obras finalistas era muy semejante y ningún título destacaba sobre el resto".

Las obras finalistas en la modalidad de novela habían sido: "Mi hermosa Ruanda", presentada bajo el lema Amanecer; "Las huellas de las mariposas" (sin lema); "El hombre que corría", con el lema El tinieblo y "Hora y media en Manhattan", del lema Barahona de Soto.

En cuanto a las narraciones cortas, además de 'Cerezas', presentada con el lema Enrico Radelassi y original de Enrique Javier de Lara Fernández, las finalistas habían sido "La promesa" del lema Maneras de amar; "Bach o la lluvia tardía" de Juana de Cusa; " La Travesía", de María Celeste; "La maté porque no era mía", de Otelo 2.0; "Arrugas en la memoria", de Némirosky; y "La variable humana", de Hal Incadenza, siendo ésta última la que se mantuvo en la disputa hasta el último momento para conseguir el galardón.

En el transcurso de la gala, el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, hizo una defensa de la industria cultural "a la que también hay que apoyar, pues no supone solamente un gasto sino una inversión y generadora de empleo".

Al celebrarse la trigésima edición, Fernández Vara, quiso poner en valor "lo que representan estos treinta años de premio Felipe Trigo, un certamen que ha posibilitado que mucha gente se vincule con Extremadura".

Fernández Vara, que tuvo un recuerdo para la que fuera ministra María Jesús San Segundo, miró al horizonte del 2011 diciendo "no le pidamos al nuevo año nuevos milagros, sino cumplir cada uno con nuestras responsabilidades".