CSI-F Extremadura, a raíz de las declaraciones de la Consejera de Educación de la Junta, Eva María Pérez, sobre que la nueva Ley de Educación contempla una gratificación económica a los profesores, quiere dejar claro que la única motivación que necesita el profesor es el reconocimiento a su trabajo y el respeto en el aula.

Y que para CSI-F la sensatez y la responsabilidad de la clase política, la disciplina escolar, el esfuerzo de los alumnos y la consideración de que los estudios no son un juego, son la base para la mejora de la Educación y la consecución del éxito escolar.

Considera el sindicato indudable que, a pesar de la Ley, sin unos profesores suficientemente motivados no se mejorara la Educación, ni se corregirán los índices de fracaso escolar y abandono prematuro. El desarrollo normativo y el calendario de aplicación de la Ley de Educación de Extremadura dirán si realmente consideran al profesor motor del nuevo proyecto educativo o sólo se trata de un camelo más, mantiene. 

Este sindicato está convencido que si el traspaso de los servicios educativos a la Junta de Extremadura en el año 2000 dio un impulso importante a nuestra Educación, la aprobación de la Ley puede suponer la segunda revolución educativa, y con ella la salida de la crisis económica antes y en mejores condiciones que otras comunidades autónomas.

En CSI-F estamos convencidos de que el profesor debe ser el conductor de esta revolución. Para ello es preciso que recupere la motivación y la autoestima profesional, cuestionada injustamente por una parte de la sociedad.

De nada servirá que los centros estén dotados y superdotados de ordenadores y pizarras digitales si los profesores no se sienten valorados y reconocidos.

 

La Carrera Profesional deberá ir ligada a varios conceptos, como la práctica docente, la experiencia docente, la formación, etc. Jamás al número de alumnos aprobados ni a consideraciones subjetivas de equipos directivos o informes del servicio de inspección.