La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos UPA-UCE Extremadura denuncia que las industrias de leche de cabra en España impiden que los precios se recuperen, tal y como demanda el mercado, ya que los precios pagados por las dos principales industrias están incluso por debajo de los que están abonando otras empresas lecheras.

UPA ha cifrado las pérdidas económicas del sector caprino de leche en los últimos 13 meses de crisis en cerca de 60 millones de euros a nivel nacional. Una cifra que asciende hasta los 6 millones de euros en Extremadura. A esta difícil situación hay que añadirle el fuerte incremento de los costes de producción -de más de un 20% en los últimos meses- que posiblemente se dupliquen a partir de principios de año.

Ante esta situación, UPA-UCE y los productores de leche de cabra hemos agotado nuestra paciencia y no podemos asistir impasibles al hundimiento del sector. Los ganaderos de toda España han decidido iniciar una serie de movilizaciones que se desarrollarán, en primer lugar, frente a las centrales de dichas industrias, y en segundo lugar, a través de una campaña de información al consumidor, para explicarle cómo la distorsión que estas industrias introducen en los precios en origen de la leche de cabra se traduce en la ruina para miles de ganaderos.

UPA ha insistido al Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino (MARM) en que es necesaria una mayor implicación de las administraciones para hacer frente a este tipo de estrategias empresariales, basadas en el mantenimiento de márgenes o de cuota de venta a costa de reducir el precio a los productores, ya que, a juicio de nuestra organización, estas prácticas siempre se llevan a cabo a costa de la renta del ganadero, el último eslabón de la cadena.

UPA ha demandado al MARM la puesta en marcha de un plan específico de recuperación del sector caprino y ha planteado la necesidad de impulsar las relaciones contractuales a través de contratos homologados.

Si no se toman medidas para corregir estos desequilibrios, los productores de leche de cabra se verán forzados a cerrar sus explotaciones, como de hecho ya está ocurriendo. Lo que se traduce en la pérdida de miles de empleos en zonas sin otra alternativa productiva.

En Extremadura la cabaña de ganado caprino ronda las 300.000 cabezas que producen una media de 26 millones de litros de leche al año.