Más de cien organizaciones participantes en el X Congreso Nacional de Medio Ambiente (CONAMA X) han firmado un manifiesto en el que se reclama un "cambio de rumbo hacia la sostenibilidad frente a la crisis", en consonancia con el lema de esta edición 'Ahora, más que nunca'.

Entre las que han dado su apoyo al manifiesto se encuentran las cinco principales organizaciones ecologistas (Greenpeace, WWF, Seo/Birdlife, Amigos de la Tierra y Ecologistas en Acción), sindicatos, asociaciones, colegios profesionales, organizaciones empresariales y sectoriales, fundaciones y otras entidades ambientales.

"Hay que aprovechar esta coyuntura para introducir los cambios que desde hace años venimos reclamando desde el sector ambiental. La crisis nos ha dado la razón. No dejemos escapar esta oportunidad histórica para tomar un nuevo rumbo", comienza el texto, al que se han adherido más de 1.000 personas a través de Internet.

Proteger el capital natural

El manifiesto indica que a pesar de las "graves consecuencias" de la crisis económica es importante salvaguardar la biodiversidad e invertir en sostenibilidad. A este respecto, exigen "nuevas soluciones" para evitar que la "drástica reducción de las inversiones" dejen sin capacidad de reacción a los sectores más sostenibles, que a juicio de los firmantes, deberían "justamente convertirse en motores del cambio".

Por este motivo, reiteran que es preciso "salvaguardar" el capital natural por deber ético con todas las formas de vida del planeta y por responsabilidad propia, porque de la biodiversidad y de los recursos naturales dependen también la economía y las sociedades humanas. "El nuevo modelo que reclamamos no puede seguir permitiendo la destrucción de la que es nuestra propia garantía de futuro", apunta.

Ahora, más que nunca

 

 

Ahora, más que nunca, se necesita actuar y dar un fuerte giro de timón hacia un mundo más sostenible. La crisis económica y financiera ha mostrado la urgencia de remodelar los modelos de producción y consumo actuales: Hay que aprovechar esta coyuntura para introducir los cambios que desde hace años venimos reclamando desde el sector ambiental, para conseguir reducir la huella ecológica de nuestro desarrollo. La crisis nos ha dado la razón. No dejemos escapar esta oportunidad histórica para tomar un nuevo rumbo.
 
Ahora, más que nunca, tenemos que salvaguardar nuestro capital natural. Por deber ético con todas las formas de vida del planeta y por responsabilidad con nosotros mismos, pues de la biodiversidad y de los recursos naturales depende también la economía y las sociedades humanas. El nuevo modelo que reclamamos no puede seguir permitiendo la destrucción de la que es nuestra propia garantía de futuro.
 
Ahora, más que nunca, hace falta invertir en sostenibilidad, contando con sus tres vertientes, la económica, la ambiental y la social, de forma integrada. No podemos permitir que la crisis suponga todavía más recortes en el gasto ambiental o social. Lo que hacen falta ahora son nuevas soluciones. Por ello, hay que evitar que la drástica reducción de las inversiones deje sin capacidad de reacción a los sectores más sostenibles que deberían justamente convertirse en motores del cambio y que podrían ayudar a relanzar la economía, una nueva economía verde.
 
Ahora, más que nunca, hay que demostrar que la sostenibilidad es capaz de generar bienestar y empleo. Para esto no bastan acciones aisladas o de pequeño alcance, se requieren grandes transformaciones que engloben todos los ámbitos de la sociedad española. Podemos (y debemos) hacerlo. Porque el país lo necesita ahora y porque supone situarnos, esta vez, en la vanguardia mundial que lidera este proceso necesario para la Humanidad.
 
Ahora, más que nunca, debemos darnos prisa. Desde hace décadas, se lleva alertando de la urgencia de acometer este cambio hacia la sostenibilidad, pues el tiempo constituye un factor determinante en muchos de los desafíos ambientales a los que se enfrenta el mundo. Esta exigencia es todavía más acuciante hoy en nuestro país: Por la oportunidad histórica que se ha abierto ante nosotros y por solidaridad con las personas a las que más está afectando esta crisis.
 
Ahora, más que nunca, hay que pensar en el mañana. No valen soluciones de urgencia y de visiones cortoplacistas, hacen faltan estrategias firmes con objetivos a medio y largo plazo. Sólo marcando hasta dónde queremos llegar, podremos encontrar el camino hasta allí, sin perder más tiempo.
 
Ahora, más que nunca, la sociedad debe implicarse en un proceso de cambio que necesita de todos: de líderes políticos comprometidos, de profesionales capacitados, de empresas con visión de futuro, de agentes sociales y económicos que actúen proactivamente para construir en España un modelo de desarrollo que nos permita mirar el futuro con optimismo.
 
Ahora, más que nunca, es necesario colaborar, encontrar sinergias, optimizar recursos y trabajar en red. Unamos esfuerzos para convertir esta situación difícil en la salida que estábamos buscando hacia una sociedad más sostenible. No repitamos los mismos errores del pasado y aprendamos la lección de esta crisis.