Ecologistas en Acción de Extremadura ha defendido, a través de un comunicado de prensa, el acto de sabotaje contra un campo experimental de maíz transgénico llevado a cabo y reivindicado por una serie de personas este jueves en Guareña. 

Desde esta organización defienden que este sabotaje, junto con otras acciones directas llevadas a cabo en los últimos meses en contra del los transgénicos, son actos de legítima defensa de la salud pública, el medio ambiente, la vida rural y los derechos básicos de la ciudadanía.

Mantienen que el maíz MON 810 es una variedad transgénica que produce toxina BT y que, a pesar de sus ya demostradas consecuencias adversas, tanto para la salud de las personas como para el medio ambiente, se cultiva de forma comercial y se consume de forma indiscriminada en nuestro país