El Cacereño y el Badajoz se repartieron este domingo los puntos después de empatar a cero goles en el marcador en el derbi de rivalidad histórica disputado en el Príncipe Felipe de Cáceres. Cacereños y pacenses dieron una lección magistral de cómo aburrir a los aficionados y el miedo a perder de ambos conjuntos desencadenó una serie de pelotazos de ida y vuelta que en algunos lances de choque llegó a desesperar a parte de la afición.

Sin embargo fue el Cacreño, que continúa sin marcar este año en su propio estadio, el que gozó de las ocasiones más claras, aunque finalmente la falta de puntería hizo que el marcador permaneciese inalterado.

El gran ambiente en las gradas fue la nota predominante, con cerca de 4.000 personas. Alrededor de media centena de aficionados pacenses se desplazó hasta Cáceres para presenciar el partido en medio de un espectacular dispositivo policial. Aparte de los típicos insultos y piques verbales, al finalizar el choque, afortunadamente, no hubo que lamentar incidentes destacables