En total, 25.424 personas se formaron durante el pasado año en materia de higiene alimentaria en Extremadura y, por tanto, recibieron la pertinente autorización como manipuladores de alimentos. Esta formación se realizó mediante cursos básicos y cualificados, impartidos bien por entidades y empresas autorizadas o, en otros casos, por los servicios de control oficial del Servicio Extremeño de Salud (SES).

Los cursos de nivel cualificado más solicitados fueron los dedicados al sector de las comidas preparadas, catering y restauración (70 por ciento, aproximadamente), seguidos por los relativos a carnes (20 por ciento) y a productos de pastelería (5 por ciento).

Por otra parte, este año 2010 ha sido un año de cambios en materia de manipuladores de alimentos, ya que el pasado 20 de febrero se derogó la normativa nacional que regulaba lo relativo a esa materia para adaptarse a las directrices de la Unión Europea.

Según indica esta normativa europea, el titular del establecimiento alimentario deberá garantizar la formación de los manipuladores de alimentos en cuestiones de higiene alimentaria, de acuerdo con su puesto de trabajo. La formación debe dar respuesta a las necesidades concretas de cada empresa alimentaria y su objetivo debe ser transmitir a los manipuladores prácticas correctas de higiene, además de mantener actualizados los contenidos, en cuanto a los cambios normativos que vayan surgiendo.

Si el manipulador se forma por su cuenta, acudiendo a entidades o a través de sus propios medios, la empresa tendrá que valorar si la formación que justifica el manipulador es adecuada o no para el puesto de trabajo que va a desempeñar.

Las nuevas normas indican que esta formación de los manipuladores podrá ser impartida por la propia empresa alimentaria, empresas o entidades formadoras sin que sea necesaria la autorización administrativa previa por parte de las autoridades sanitarias, o bien, centros o escuelas de formación profesional o educacional reconocidas por organismos oficiales (dentro de la formación reglada).

La acreditación de la formación se podrá realizar en cualquier formato, debiendo la empresa poder acreditar que cada uno de sus trabajadores ha recibido instrucción o formación en cuestiones de higiene alimentaria, de acuerdo con su actividad laboral concreta, quedando constancia documental en el programa de autocontrol de la actualización de dicha formación.

Cuando los servicios de control comprueben lo relativo a los manipuladores de alimentos, se centraran en verificar que los manipuladores ejercen su actividad adecuadamente en lo que concierne a la higiene alimentaria y en comprobar la forma que el titular del establecimiento alimentario garantiza que la formación recibida se aplica correctamente.