Los festejos populares celebrados en la localidad de Moraleja han finalizado sin que, afortunadamente, haya que lamentar heridos graves por asta de toro. El último de los novillos soltados fue en la tarde de ayer, a cargo de los pastores. Decenas de mozos disfrutaron en las calles moralejanas, después de la corrida de rejones, para poner el broche de oro a unas intensas fiestas. La clausura oficial de San Buenaventura 2010 tuvo lugar pasadas las doce de la noche con una traca de fuegos artificiales.

Los colores de y el olor a pólvora adornaron durante aproximadamente 10 minutos la estampa de Moraleja en una jornada en la que decía adiós a las fiestas hasta el próximo año