Los últimos festejos taurinos celebrados en las calles de Moraleja han concluido sin incidentes ni heridos por asta de toro, tanto la lidia de dos vaquillas y el toro del aguardiente de esta pasada madrugada como la lidia del novillo donado ayer por la peña San Sacabó que hizo la delicia de los aficionados.

El encierro de dos vaquillas y el toro del aguardiente desde la calle Goya a la Plaza de los Toros se ha desarrollado en aproximadamente dos minutos, y ha llegado compacto con los mansos.

En cuanto al festejo con las vaquillas por las calles del recinto, la primera vaca no ha estado más de cinco minutos, ya que alguna persona cerró la puerta de seguridad que se encuentra a la entrada de la plaza de toros y la misma vaquilla al golpear la valla cayó muerta fulminada.

Es por ello, que la segunda vaca ha estado alrededor de 45 minutos suelta en las calles hasta las 6,20 horas y se ha estado moviendo bastante por todo el recinto vallado, parándose sobre todo en la calle Pizarro. Esta era la última vaquilla de las fiestas de San Buenaventura  del empresario taurino Enrique Serrano.

Durante la noche festiva se notó el aumento de público al caer en fin de semana y se notó la aglomeración de gente en determinados puntos del recorrido.

Por último a las 6,30 horas se dio suelta al último toro del aguardiente en la Plaza de los Toros, sin que ninguna persona haya pasado por  los servicios médicos.