La ganadería de Victorino Martín triunfó este viernes en la feria de Moraleja con unos novillos que gustaron al público que pidió la vuelta al ruedo para el segundo de la tarde. Fue un astado negro marcado con el número once que, aunque escaso de kilos, dio una magnífica faena y se despidió del albero moralejano con una vuelta al ruedo y los aplausos de un respetable que disfrutó con el ganado bravo del ganadero afincado en Moraleja.

Le tocó lidiarlo a Saúl Jiménez Forte, novillero que resultó herido en el quinto de la tarde. Saúl supo sacar partido al astado de Victorino Martín y estuvo brillante en la lidia, toreó de forma elegante, se lució con la muleta. A la hora de darle muerte, el público tuvo que avisar al joven hasta en dos ocasioes de que el toro no estaba lo suficientemente bien colocado. Finalmente, consiguió una oreja tras matar con media estocada. También se hizo con otra oreja el madrileño José Manuel Jímenez en el primero de la tarde y consiguió otra en el cuarto, a pesar de que le desarmó en la lidia y pinchó en el primer intento de dar muerte a otro magnífico ejemplar de la ganadería de Victorino Martín.

 

El novillero de la localidad sevillana de Camas, Esaú Fernández, brindó el tercero de la tarde al ganadero Victorino Martín Andrés que estuvo en el tendido de Moraleja acompañado de su hijo. Fernández brilló con este astado de nombre Velero y marcado con el número 9, gustó en la lidia y mató de una sola estocada un animal que se rompió uno de los pitones al salir al ruedo. El públicó le premió con una oreja. No tuvo suerte con el sexto, se enfrentó al astado con valentía, brilló durante la lidia, pero falló a la hora de dar muerte al último de la tarde. Lo intentó hasta en cinco ocasiones y tuvo que conformarse con el aplauso de un público que valoró el buen ganado de Victorino Martín y el empeño que pusieron los novilleros.