Este martes, 22 de junio, los grupos políticos debatirán y decidirán con su voto, en el Pleno del Congreso, la toma en consideración de la Proposición de Ley que, si prospera en su redacción actual, impondrá la prohibición total de fumar en los 360.000 establecimientos de restaurantes, cafeterías y bares. 

Ante esta situación, desde Confederación Empresarial de Turismo de Extremadura- CETEX, en representación de los hosteleros de Extremadura y en coordinación con el resto de las 74 Asociaciones que integran la Federación Española de Hostelería denuncia públicamente que  la "prohibición total y ahora mismo" es una medida radical y extrema que, de llevarse a efecto, provocará graves pérdidas para las empresas y el empleo del sector, que a día de hoy supone para la región más de 5.5% del PIB y emplea a más del 8.5% del total de personas ocupadas en Extremadura (informe IET 2009).

Las pérdidas por la prohibición total se sumarán, dice, a las causadas por la crisis y harán que la situación resulte absolutamente insostenible para miles de empresas que, ante la caída de las ventas, se verán obligadas al cierre o a reducir plantilla. Y los daños afectarán sobre todo a las empresas más débiles y con mayores problemas en estos momentos, como son las microempresas y negocios familiares que conforman la mayoría del sector.

 

La prohibición total de fumar en la hostelería es una medida radical y extrema que solamente se ha impuesto en 3 de los 27 países de la Unión Europea (Irlanda en 2004, Reino Unido en 2008 y Chipre en 2010). En los 24 países restantes se permiten zonas de fumadores y no fumadores, y en algunos existe un modelo muy similar al actualmente vigente en España. Y esto es así no porque estos países (Alemania, Austria, Holanda, Bélgica, Suecia, etc.) valoren menos la salud pública, sino porque han valorado el coste que la súbita implantación de la prohibición total de fumar tiene en su hostelería y en el conjunto de su economía y han optado por un proceso de restricción progresiva.

El Ministerio de Sanidad, impulsor de esta Proposición de Ley, se ha negado sistemáticamente a aceptar las valoraciones de los hosteleros y ha insistido en que las empresas de hostelería no van sufrir pérdidas, sino que, al contrario, van a aumentar su negocio, porque así ha ocurrido en otros países donde se ha impuesto la prohibición total.

Pero no ha ocurrido eso en Irlanda, donde los bares y restaurantes han sufrido pérdidas muy graves en el número de establecimientos de bares y restaurantes, y también en la facturación y en el empleo. Tampoco ha ocurrido eso en el Reino Unido, donde desde que se impuso la prohibición total se está cerrando un gran número de pubs, como nunca antes en su historia.