La IX edición de la matanza tradicional hurdana se convierte en una fiesta de hermanamiento del pueblo hurdano y se celebró este sábado con una gran afluencia de público a Casares de Las Hurdes. 

La jornada se abrió con un pasacalles a estilo de Las Hurdes, bajo los sones del tamboril y la gaita. Dando paso a la degustación de la dulcería tradicional de la comarca, acompañada del apreciado aguardiente. Sobre las 11,30 horas, dentro del incomparable marco de la plaza mayor de Casares, se escenificaron los rituales propios de la matanza del marrano, que fue "chamuscao" con carquesas y diseccionado de acuerdo con los cánones tradicionales de estas tierras. 

Una gran fiesta de la cual disfrutaron a lo grande vecinos y forasteros; con la participación de más de 2000 personas. Todos los asistentes se pudieron arrimar a los puestos donde se asaban y se aderezaban las carnes del marrano, a fin de degustar sus preciados platos junto con el tradicional vino de pitarra hurdano. 

Un magnífico ejemplar de cerdo casero criado en la propia comarca hurdana fue rifado entre todos aquellos que quisieron probar suerte y colaborar con esta tradición.

A lo largo de la jornada todos aquellos que mostraron su interés pudieron conocer los diferentes pasos que conlleva el descarne del animal, preparación de embutidos, salazón de las magras, aderezo de platos diversos relacionados con esta manifestación matancera, así como otras puestas en escena sobre juegos, bromas y jolgorios propios de la mentada fiesta.

Tanto Adic-Hurdes como el alcalde de Casares de Las Hurdes, Olegario Rodríguez, pretenden que esta manifestación matancera sea "el exponente claro de una sociedad, como la hurdana, que, desde antiguo, creó auténticos vínculos de solidaridad y apoyo mutuo intervecinal, cristalizados de manera muy rotunda en las matanzas familiares, donde se producía un verdadero hermanamiento entre diversos miembros de la comunidad". 

Del mismo modo, el alcalde y la asociación agradecieron a vecinos y forasteros su colaboración y  participación de estos actos matanceros, que son toda una reliquia, fruto de un saber antiguo y que forman parte de ese rico y variadísimo patrimonio cultural que posee la comarca de Las Hurdes, y de cuyo principal exponente es el propio hurdano, depositario y transmisor de su cultura oral.