La localidad cacereña de Coria cuenta con un nuevo centro de diálisis, que tiene capacidad para atender hasta 90 pacientes, y en el que trabaja un equipo multidisciplinar formado por siete personas.

La consejera de Sanidad y Dependencia de la Junta de Extremadura, María Jesús Mejuto, y el alcalde de Coria, Juan Valle, inauguraron ayer este nuevo centro de diálisis, en un acto al que también asistieron el presidente de ALCER Cáceres, José Antonio Sánchez Lancho, y el director general de Fresenius Medical Care, Ricardo Arias-Duval.

En el área de salud de Coria hay un total de 17 pacientes que precisan este tratamiento, aunque el centro tiene capacidad para atender a 90, según informa Fresenius Medical Care en nota de prensa.

   Este nuevo centro, en el que Fresenius Medical Care ha realizado una inversión de más de 550.000 euros y estará atendido por un equipo multidisciplinar de profesionales integrado inicialmente por siete personas, cuenta con 15 puestos de diálisis y una planta de tratamiento de agua, lo que permitirá tratar hasta 90 pacientes

   Con la puesta en marcha de este nuevo centro, concertado con el Servicio Extremeño de Salud y perteneciente a la compañía Fresenius Medical Care, se materializa el objetivo de "acercar el tratamiento de diálisis al domicilio de los pacientes, disminuyendo así su tiempo de traslado y aumentando, por tanto, su bienestar".

   Se trata de la séptima clínica que Fresenius Medical Care abre en Extremadura, cinco de ellas en la provincia de Cáceres.

ENFERMEDAD RENAL EN EXTREMADURA

    Destaca la compañía que en la actualidad, alrededor de 1.000 extremeños están diagnosticados de padecer enfermedad renal, de los cuales más de 350 están trasplantados, cerca de 600 están en tratamiento de hemodiálisis y alrededor de 80 en diálisis peritoneal.

   De estos enfermos, aproximadamente 400 corresponden a la provincia de Cáceres, de los cuales más de 130 están trasplantados, unos 210 están en tratamiento de hemodiálisis y 50 en diálisis peritoneal. La enfermedad renal crónica es una patología que afecta al diez por ciento de la población (20 por ciento de los mayores de 65 años), si bien se trata de un trastorno muy infradiagnosticado, ya que se manifiesta cuando está muy avanzado.