La joven poetisa madrileña, Julieta Valero Perandones, ha sido la ganadora de la vigésimo segunda edición del Premio de Poesía, Cáceres, Patrimonio de la Humanidad, según ha dado a conocer la Alcaldesa de la ciudad, Carmen Heras, tras el fallo del jurado.

El jurado está compuesto por los poetas de reconocido prestigio, Benjamín Prado, Luis García Montero, Diego Doncel y Eduardo Moga que además representa a la editorial DVD que se encarga de publicar el poemario ganador. Ejerce como Presidente del jurado, el profesor, Teófilo González Porras.

El jurado ha fallado por unanimidad que el poemario titulado Autoría, de Julieta Valero, sea el ganador entre el total de 71 obras que se han presentado procedentes de todas las Comunidades Autónomas.

La Alcaldesa, Carmen Heras, ha recordado que el Premio Cáceres, patrimonio de la Humanidad es una de las citas culturales de más tradición y calidad de las que promueve el Ayuntamiento y que supone un hecho cultural muy valioso que ayuda a reforzar la Candidatura de la Capitalidad Cultural Europea en 2016
"Su continuidad en el tiempo, y la alta calidad de las obras presentadas otorgan a este premio un gran prestigio que ya tiene consolidado, y da reconocimiento a la ciudad a escala nacional", señaló la regidora de Cáceres.

El premio está dotado con 6.000 euros y la publicación de la obra por DVD Ediciones, que está considerada una editorial nacional especializada en la obra de jóvenes poetas y que está incrementando su posicionamiento en los países hispanoamericanos.

La ganadora, es licenciada en Filología Hispánica y ha publicado relatos, poemas y artículos en diversos medios literarios. También ha recibido varios premios, fue nominada para el Adonais en el 98 y 99, y en 2005, recibió el premio de poesía Radio Joven, de Radio 3. Forma parte del claustro de la escuela de escritura creativa, Hotel Kafka. Ha trabajado siempre como editora y desde 2008 es coordinadora de la Fundación Centro de Poesía, José Hierro.

Diego Doncel dijo que el poemario ganador "no va a dejar indiferente al lector" y auguró que va a convertirse en uno de los grandes libros de la poesía actual. En la misma línea, Eduardo Moga lo definió como un libro valiente, que no tiene miedo de desarticular la palabra, imbricado en el mundo que nos rodea, con un leve componente erótico-amoroso. A esta descripción añadió los calificativos de" vasto, valiente, rico y sólido".