Con el lema, "Gerente, vete, no antes sin aclarar cuentas", alrededor de 300 personas se manifestaron el viernes por la tarde en Valdelacalzada para exigir soluciones a la complicada situación que está atravesando la Cooperativa hortofrutícola Caval, motor económico de la zona. La marcha ha sido convocada por las socias y damnificadas del problema.

La manifestación comenzó en la Plaza de España de la localidad para terminar a las puertas de la central, donde los manifestantes pretendían recibir explicaciones de la Junta Directiva, que ha rechazado salir a atender las súplicas de los allí convocados.

La pretensión de los manifestantes era mantener un encuentro con el propio gerente de la Cooperativa, Manuel García, algo que no ha sido posible ya que, según los representantes de la central, no se encontraba. En su lugar estaba el presidente de la entidad, que ha recibido a varias mujeres en su despacho pero que ha rechazado salir a dar explicaciones a los manifestantes por no conocer la existencia de esta convocatoria.

Entre los asistentes se encontraban socios y socias, trabajadores y trabajadoras y vecinos y vecinas de Valdelacalzada y de los pueblos de alrededor directa o indirectamente afectados por la situación que está atravesando Caval.

María Lozano, socia de la central y una de las convocantes de esta manifestación, ha explicado que lo que pretenden con esta protesta es "que se solucione el tema de la cooperativa porque en un 80 o 90 % es la base de la economía de Valdelacalzada". Lozano ha explicado que han decidido manifestarse esta tarde porque llevan desde junio esperando explicaciones y soluciones y a día de hoy siguen sin conocer cuál es la situación real del problema. Según sus palabras, desde la Cooperativa se afirma que "se está gestionando un plan de viabilidad y una ampliación de capital", algo que los socios no saben si serán capaces de soportar debido a la precaria situación económica en la que se encuentran.

El gerente de la central, por su parte, no se ha reunido con los socios para dar ningún tipo de explicación, una de las principales quejas de los afectados, que no saben qué es lo que está pasando ni cuál es la situación real del problema.

Según Alejandro Salguero, uno de los socios a los que ya se les han hecho efectivos los embargos, la deuda asciende a entre 20 y 24 millones de euros y se queja de no saber "dónde ha ido el dinero". Sobre porqué no se ha realizado una auditoría que sacara a la luz de dónde procede la deuda a la que se refieren, Salguero afirma que les ha sido imposible por las trabas que se han puesto desde la propia junta directiva.

Los socios explican que hasta hace unos meses no conocían la deuda contraída por la cooperativa, ya que en la Asamblea General del pasado año, celebrada en junio de 2008, la junta directiva afirmaba que el balance de cuentas era correcto y que no existía ningún tipo de deuda, por lo que no entienden cómo se ha podido llegar a este nivel de endeudamiento. Además, se quejan de no recibir ningún tipo de explicación ni por parte del gerente ni del presidente, por lo que, en palabras de Ana Lima, otra de las socias, se temen "que estén ocultando algo".

La falta de transparencia es una de las mayores quejas de todos los afectados, como afirma Antonio Rodríguez, otro de los socios, cuando explica que "en los 25 años de existencia de la central ningún socio ha tenido acceso al balance de cuentas ni ha podido conocer cómo estaba siendo gestionada nuestra producción".

Para este lunes ya hay convocada otra manifestación tras la que esperan ser recibidos por el propio gerente, a quien solicitan explicaciones de lo que está sucendiendo con la que en su día llegó a ser la octava cooperativa hortofrutícula de la región.