El Ayuntamiento de Moraleja tendrá que hacer frente a una "fuerte sanción medioambiental" por el traslado ilegal de basuras al vertedero municipal durante el pasado fin de semana, según la denuncia formulada por el PSOE en un comunicado.

La Mancomunidad de Municipios de Sierra de Gata comunicó la pasada semana al ayuntamiento su decisión de no prestar el servicio de recogida de basuras debido a la acumulación de impagos al ente comarcal. Según los socialistas, "la falta de previsión de la alcaldesa obligó a trabajar a los empleados municipales el domingo para recoger la basura generada en el mercadillo del sábado y, teniendo en cuenta que el volcado de la misma al vertedero municipal es ilegal, los graves problemas económicos por los que atraviesa el ayuntamiento podrían incrementarse". Sin embargo, el gobierno local ha negado la existencia de problemas económicos y achaca el retraso en los pagos a las vacaciones del tesorero y el interventor.

El PSOE asegura que desde el pasado viernes hay toneladas de basura en las calles de Moraleja y su portavoz, Teresa Roca, ha instado al equipo de gobierno a que "solucione urgentemente el problema y no ponga en riesgo la salud de los vecinos al igual que está haciendo con nuestros bolsillos".

Según Roca se ha producido una subida del impuesto de recogida de basuras de casi un 35 por ciento y pese a ello el ayuntamiento no ha logrado regularizar "el desastre económico que ha ocasionado su derroche, y no tiene dinero para pagar a la Mancomunidad, pero sí para subir el sueldo al personal de confianza y asesores de la alcaldía o para gastar en fiestas 76 millones de las antiguas pesetas".

El PSOE local está convencido de que esta situación podría haber sido forzada por la alcaldesa "para buscar de este modo su ansiada salida de la Mancomunidad de Sierra de Gata o gestionar la prestación del servicio con alguna empresa afín" al PP.

Los datos aportados por los socialistas ponen de manifiesto que a las 7.30 de la mañana de este martes más del 50 por ciento de la población de Moraleja continuaba sufriendo la acumulación de basuras en sus calles.