El novillo de la popular peña El Pucherino ha herido a un vecino de Portaje en el festejo taurino celebrado en la mañana del domingo. Según el parte oficial, presenta una cornada por asta de toro en la pierna izquiera y ha tenido que ser trasladado al Hospital de Coria.

Por su parte, el astado de la ganadería de Hnos. Pérez Escudero que salió a las calles de Coria en la madrugada del sábado dejó un herido por asta de toro. Se trata de un vecino de Hospitalet de LLobregat que sufrió una cornada en la pierna izquierda. Fue atendido en la enfermería y posteriormente trasladado al Hospital de Coria. En principio, su pronóstico es leve. Además, un conocido recortador de Madrid sufrió un percance en la plaza de España. La agilidad de la organización para apagar el alumbrado evitó que el incidente se convertiera en un serio percance. El joven fue atendido en la enfermería y minutos después volvió a la plaza.

La Peña "El 27" eligió un toro joven que ni siquiera había cumplido los cuatro años para la tarde del sábado consciente de que se trata de la jornada de mayor afluencia de público a las fiestas de San Juan de Coria.

En cuanto al festejo de la tarde del día 27 y  siguiendo la tónica de la mayoría de astados de esta edición, dejó un herido. La cogida protagonizada por "Sospechado" tuvo lugar a los dos minutos de estar en la plaza, cuando un joven tropezó dos veces consecutivas al intentar escapar de una embestida del astado; cayó al suelo y quedó a merced de los pitones del toro de María del Carmen Valiente, que logró engancharle.

El parte médico oficial indica que se trata de un joven vecino de Torremocha que presenta un varetazo con puntazo en la axila y una contusión abdominal. Fue atendido en la enfermería y trasladado al Hospital Ciudad de Coria.

El toro, que tenía un bonito pelaje colorao y chorreao en verdugo, se hizo con el control de la plaza tras herir a este joven, lo que obligó a extremar las precauciones y a provocar aburrimiento durante la media hora de la lidia por la ausencia de recortes.

Por cuarta tarde consecutiva, el toro de la ganadería de María del Carmen Valiente abandonó la plaza por la Calle de las Monjas y lo hizo, al igual que sus predecesores, con retraso, aunque en esta ocasión de 15 minutos y justificado por la demora a la hora de tocar la tercera campanada para facilitar la evacuación del herido.

"Sospechado" llegó a la Catedral de Coria por la zona del Mirador y la calle del Seminario y, como es habitual, se encaramó en el césped hasta que le castigaron con la pica y tomó el camino de regreso. Ágil y veloz como ninguno de los toros de la tarde, este "colorao" fue en varias ocasiones a la Plaza de España, recorrió las Cuatro Calles y buscó en la Catedral de Coria uno de sus refugios habituales. Pero pronto puso freno a sus carreras tras descubrir la tranquilidad que le proporcionaba la Plaza de España. Allí se escondió hasta el aburrimiento en la rinconada de la puerta de toriles y sólo las descargas de la pica lograron sacarle de su refugio.

A menos de 20 minutos para su muerte tuvo una escapada hacia la Cava, la Calle Carniceria y las Cuatro Calles, pero volvió a emplazarse y su refugio, la puerta de toriles, también se convirtió a las 21.55 en el lugar de su muerte.

Los toros de María del Carmen Valiente son habituales en San Juan. Sin ir más lejos, el año pasado, el toro Casito, de la Peña La Geta, dejó emoción en las dos horas que duró el espectáculo taurino e incluso perdonó la vida de dos personas al menos en dos ocasiones. En 2009, "Sospechado" puso menos emoción a la fiesta, pero más velocidad y ritmo.