Un joven de 29 años de edad, natural de Leganés (Madrid), resultó herido en la tarde de ayer por el toro Victorioso, de la ganadería de Antonio San Román, que le propinó una cogida en la Plaza de España cuando intentaba buscar cobijo en las jaulas del público.

Según el parte médico oficial facilitado por el Ayuntamiento de Coria, el joven, cuyo nombre se corresponde con las iniciales R.C.B., presenta una cornada con empalamiento en una pierna con posible factura del radio. Fue evacuado por varios aficionados que le trasladaron a pie desde la Plaza de España a la enfermería, donde recibió las primeras atenciones médicas, y donde se decidió su traslado al Hospital Ciudad de Coria.

El suceso se produjo al inicio de la lidia, en el momento en el que el joven intentaba refugiarse en los barrotes de la Plaza de España tras una embestida del toro. La rapidez del animal impidió al aficionado buscar el cobijo necesario entre los barrotes y fue corneado cuando tenía el cuerpo prácticamente dentro de las talanqueras.

El toro de la Peña Junta de Defensa tardó más de un minuto y medio en salir a la plaza y protagonizó mejor juego durante la lidia que por las calles. El aviso que lanzó con la cogida cuando apenas llevaba un minuto en el albero le permitió ganarse el respeto del público, que sabía que estaba ante un toro peligroso.

El astado se caracterizó por su carácter ofensivo, ya que introdujo con frecuencia su tremenda cornamenta entre las talanqueras de la plaza, obligando al público a retroceder en cada embestida. Victorioso también se ganó el respeto del público tras doblar dos barrotes de la plaza en la misma zona en la que cogió al joven de Leganés.

Victorioso salió a las 20.31 horas por la calle de Las Monjas en dirección a la Plaza de San Pedro con la misma fuerza que tuvo durante la lidia, aunque estuvo encajonado en esta zona 17 largos minutos hasta que decidió arrancar para la calle Candilejas (antigua calle de La Concordia), la más estrecha del recinto, muy próxima a la Cava. Pero permaneció poco tiempo en el lugar ya que se paseó de nuevo por la Plaza de España y salió por la calle Alogería en dirección a la Plaza de la Catedral, donde permaneció hasta su muerte.

En la Plaza de la Catedral el toro buscó el refugio en la zona de césped y en la sombra del templo en una tarde con una agradable temperatura en la que se esperaba más movimiento del astado por el recinto amurallado de Coria. En la Plaza de la Catedral, Victorioso se vino abajo y murió a las 21.44 de la noche en las inmediaciones de la puerta del templo.