La organización agraria Asaja Extremadura solicitó este martes la articulación de medidas urgentes tras las nuevas pérdidas que según apuntó se han producido en el sector de la cereza de la región como consecuencia de las lluvias registradas durante el pasado fin de semana y que "han supuesto la ruina" para algunas zonas del Valle del Jerte, donde se concentra la mayor parte de la producción extremeña.

Para la organización agraria, la Junta de Extremadura y su presidente, Guillermo Fernández Vara, deben tener "un gesto" hacia las zonas afectadas y solicitar al Gobierno central la declaración de medidas urgentes en beneficio de los agricultores de un modo "inmediato".

De este modo, reclamó que las medidas se apliquen a los agricultores tanto del Valle del Jerte como de la Vera, zona de Hurdes, así como de los Ibores que también han sido "gravemente afectados".

Según estimaciones realizadas ayer por los técnicos de Asaja Extremadura, se han perdido el 40 por ciento de la variedad Burlat, cereza temprana implantada fundamentalmente en el sur del valle, y que está "rajada" como consecuencia de las fuertes lluvias; así como el  35 por ciento de las variedades Navalinda y California, por los mismos motivos; y el 20 por ciento de la variedad Ambrunes, la conocida popularmente como "picota" en la zona baja.

Eso supone, según la organización agraria, unas pérdidas a precio normal de mercado de 11 millones de euros para un total de seis millones de kilogramos.

Ante esta situación, Asaja Extremadura solicitó a las autoridades competentes, de un modo "inmediato", la exención del pago de IBI a todos los agricultores; la condonación de las cuotas de la Seguridad Social durante un año; la exención del pago del IRPF a los agricultores afectados; y una subvención a fondo perdido de 6.000 euros por agricultor profesional.

Asimismo, a medio plazo, solicitó la creación de un programa medio-ambiental de la cereza, que garantice el mantenimiento del cultivo de un modo tradicional con ayudas para el mantenimiento de bancales, infraestructuras de riego, etc; así como la creación de un seguro "eficaz" que garantice las rentas. "Algo falla cuando solo el 16 por ciento de casi 4.000 agricultores han contratado la póliza. El seguro actual es un atraco", aseveró.