El obispo de Coria-Cáceres, Francisco Cerro, confió en que el traspaso del Monasterio de Guadalupe de la Diócesis de Toledo a la provincia eclesiástica de Extremadura "será un tema que caerá por su propio peso" y esperó que "no se prorrogue demasiado" a la vez que apostó por que, "sin prisa, pero sin pausa" se dé una solución a este tema.

Así lo señaló a preguntas de los periodistas en el transcurso de un encuentro que mantuvo hoy con trabajadores de los medios de comunicación de Cáceres con motivo de la celebración, el pasado día 24, de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales que la Iglesia conmemora desde hace 43 años.

Monseñor explicó que "en lo que depende de los obispos extremeños", los trámites de petición del traspaso de diócesis ya se ha realizado y el asunto está en manos del Vaticano, pero recordó que "las cosas de palacio van despacio", por lo que abogó por una "espera paciente" y por "seguir dando los pasos adecuados" para la consecución del fin.

"El sentir del pueblo y de toda la Iglesia de la provincia eclesiástica de Extremadura es que este tema se siga atendiendo, que se haga con total normalidad y que tampoco se prorrogue demasiado", recalcó. "Sin prisa, pero sin pausa se debe solucionar", sentenció.

Por lo demás, el obispo hizo un balance de sus dos primeros años al frente de la Diócesis de Coria-Cáceres que calificó de "muy positivos" y anunció como próximos retos la promoción de nuevas vocaciones sacerdotales "sobre todo en el mundo rural donde cuesta suplir los huecos"; la atención a los religiosos que consagran su vida a servicios sociales, y la formación de laicos para comprometerlos con la vida cristiana y con la Iglesia.

También se refirió en su comparecencia a la crisis económica y a la necesidad de que todo el mundo arrime el hombro para ayudar a los que menos tienen. En este sentido tuvo palabras de aliento para "los que lo están pasando mal" y para esos nuevos pobres "que no quieren dar la cara pero que ya no pueden pagar la luz de sus casas", dijo, muchos de los cuales están siendo atendidos por el personal que Cáritas tiene desplegado por toda la geografía extremeña.

Finalmente, agradeció a los medios de comunicación la labor que realizan para divulgar la actividad de la Diócesis y recordó el papel que deben jugar para promover "una cultura de respeto, diálogo y amistad". El obispo no olvidó tampoco en este día a los 5.000 periodistas españoles, de los que 150 son extremeños, que no pueden desarrollar hoy su profesión por encontrarse en el paro.