Los extremeños que mejor cumplen las recomendaciones de una dieta equilibrada son los perfiles de 0 a 3 años y los mayores de 50 años, mientras que, por el contrario, son los adolescentes quienes presentan los hábitos alimentarios más inadecuados.

Así se desprende del séptimo informe del Observatorio Eroski Nutrición y Bienestar, que analiza los hábitos alimentarios de los diferentes grupos de población y, concretamente, si en el seno familiar hay un conocimiento y una puesta en práctica de la alimentación "adaptada" a la edad, estado fisiológico o enfermedad.

Además, esta investigación, según informa hoy el grupo Eroski en un comunicado remitido a Efe, es la base de la nueva campaña nacional de sensibilización sobre nutrición promovida por el citado observatorio durante este mes de mayo, en colaboración con las principales entidades y fundaciones especializadas en alimentación y salud.

En esta campaña, Eroski distribuirá en sus hipermercados más de un millón de folletos informativos, mientras que un equipo de 120 nutricionistas atenderán las dudas y preguntas de los consumidores a través de las Escuelas de Consumidores.

Entre otras conclusiones que arroja el séptimo informe de Nutrición y Bienestar, está el dato de que habitualmente en el desayuno falla alguno de los tres pilares de fruta fresca + lácteo + farináceos de calidad (pan, tostadas o cereales poco azucarados).

Normalmente, se omite la fruta y se consumen de forma habitual farináceos no muy saludables, como galletas, bollería o cereales con azúcar.

El estudio pone de relieve también que más del 50 por ciento de los adolescentes y de los mayores de 50 años no cumple con las recomendaciones de consumo de lácteos, a pesar de que se trata de perfiles donde se dan unas necesidades aumentadas.

Asimismo, contempla que el consumo de verduras está muy lejos de alcanzar los objetivos poblacionales y las recomendaciones dietéticas a nivel nacional e internacional.

Según este estudio, el consumo adecuado de verduras es directamente proporcional a la edad, es decir, a más edad se da un mayor consumo.

Se observa también que el consumo de este grupo de alimentos es muy deficitario entre los adolescentes a pesar de ser el colectivo con un mejor conocimiento sobre las recomendaciones del consumo de verduras.

Además, el informe pone de relieve otros datos como que entre los adultos se da un menor consumo de pescado, incluso por debajo de los niños y adolescentes.