El presidente de la Asociación de la Pequeña y Mediana Empresa de Mérida y Comarca (Apyme), Manuel Balastegui, advirtió hoy de que si no se ayuda "de verdad" al colectivo de los autónomos, España tardará "más de una década" en recuperar los tres millones de parados, cuando la media de desempleados en el país "siempre" ha estado en dos millones.

En nota de prensa, indicó que ante una situación en la que los préstamos ICO "siguen sin llegar" a las pequeñas y medianas empresas, y en la que los bancos "no arriesgan sin obtener los beneficios abusivos a los que están acostumbrados", mientras las instituciones (Junta y Gobierno) no avalen a las empresas, "éstas seguirán despidiendo personal".

El colectivo recordó que el pasado mes de febrero ya advirtió que "de no apoyar a las empresas, se llegaría al 20 parados de parados", y auguró que al finalizar 2009 se alcanzará el 25 por ciento de desempleo, lo cual calificó como "una hecatombe".

En este sentido, señaló que las medidas tomadas por el Gobierno de la nación, transferidas a los ayuntamientos, como es el Plan de Empleo, "no tendrá efectividad en la reducción de parados" en tanto que se trata, dijo, de "muy pocos puestos de trabajo y contratos de seis meses" y de "mucha publicidad política".

Por otra parte, Balastegui consideró una "irresponsabilidad" de la patronal CEOE que "no haya despertado del letargo, no haya levantado la voz con firmeza y valentía" y, sobre todo, que haya "consentido" que los "irresponsables" de los dos sindicatos, UGT Y CCOO, "descalifiquen, como lo han hecho, a los empresarios, recomendando incluso al Gobierno más presión fiscal".

Para el presidente de Apyme, los sindicatos "no ofrecen apoyo a las empresas, y consecuentemente tampoco a los trabajadores". "Tanto sindicatos como Gobierno actúan con complicidad en cuanto que faltan a la verdad de la situación económica", sentenció Balastegui, quien añadió que las organizaciones sindicales "piensan que están aún en la transición, cuando consiguieron todo, y los políticos cedieron para consolidar la democracia". "El sindicalista siempre se olvida que sin empresas no hay trabajadores", concluyó.