El maltratador que el Viernes Santo mató presuntamente a su mujer en Las Casiñas, pedanía de Valencia de Alcántara, se encuentra ya en el Centro Penitenciario de Cáceres, tras haber decretado la jueza de Valencia su ingreso en prisión provisional.

Y mientras José María Guapo, de 67 años, espera su destino en la cárcel, su esposa y víctima, Isabel Augusto, de 54 años, era ayer recordada por cientos de personas en concentraciones realizadas tanto en Extremadura como en la localidad madrileña de Humanes, donde residía y cuyos juzgados habrán de hacerse ahora cargo de la causa judicial contra su marido y autor del crimen.

Así lo establece la ley, indicó ayer a este diario la fiscal-jefe provincial de Cáceres. "Al tratarse este caso de uno de los delitos cuya instrucción corresponde al juez de violencia sobre la mujer la competencia territorial viene determinada por el lugar de domicilio de la víctima, en este caso Humanes, Madrid", indicó la fiscal-jefe provincial. Por ello, añadió, lo que hará ahora la fiscalía será "solicitar al Juzgado de Valencia de Alcántara que se inhiba del conocimiento de las diligencias a favor del juzgado que corresponde de los de Humanes".

No obstante, matizó Marta Abellán, la ley también establece que el juzgado de guardia del lugar donde se hayan cometido los hechos, en este caso el de Valencia de Alcántara, sí que es competente para adoptar las medidas urgentes que se consideren oportunas, como ha sido en este caso la de decretar, a petición de la fiscalía, el ingreso en prisión provisional del presunto autor.

La Justicia habrá de resolver, pero los que no han esperado para hacer pública su condena son aquellos que ayer participaron en las concentraciones de repulsa celebradas en Humanes, cuyo ayuntamiento decretó día de luto oficial "en señal de solidaridad y apoyo" a los familiares de Isabel, indicó a Europa Press el alcalde, Adolfo Alvarez; y en las localidades extremeñas de Plasencia y Valencia.

La realizada en esta última contó con la presencia de la delegada del Gobierno, Carmen Pereira, que condenó este nuevo caso de violencia machista al tiempo que advirtió de que esta lacra es un "problema social que debe combatirse desde el trabajo pedagógico de la sociedad".