Los menores tienen pocas dificultades para comprar bebidas alcohólicas. Un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha demostrado que así es, al menos en seis grandes ciudades (Barcelona, Bilbao, Granada, Madrid, Valencia y Valladolid), donde a través de seis menores que actuaron de ganchos han podido comprobar que no hace falta tener 18 años para adquirir alcohol.

Pero, ¿qué ocurre en Extremadura? ¿Tienen los menores extremeños las mismas facilidades? La respuesta de Sergio, un cacereño de 17 años, es rotunda: "Si quieres puedes", afirma, al tiempo que añade "si te lo propones puedes hacerlo, en cualquier ciudad es imposible no conseguir bebidas alcohólicas".

El personalmente, dice, tiene muchas facilidades para hacerlo, y ser menor no es un impedimento para conseguirlo. No lo es en Cáceres, ni tampoco en el resto de las principales ciudades de Extremadura, en las que este diario, con la ayuda de siete jóvenes de entre 15 y 17 años autorizados por sus padres, ha comprobado que cualquier menor que quiera comprar alcohol puede hacerlo sin apenas dificultades, informa El Periódico Extremadura. 

CON FACILIDAD Acompañados por un redactor y un fotógrafo de este diario, los siete menores que actuaron como ganchos para hacer la comprobación, acudieron ayer por la tarde a un total de 14 establecimientos –dos de Badajoz, cuatro de Cáceres, tres de Plasencia, tres de Mérida y dos de Coria– y en ocho de ellos consiguieron adquirir distintas bebidas alcohólicas sin que nadie les preguntase la edad ni les pidiera el documento nacional del identidad.

Entre los establecimientos visitados, de todo tipo, desde grandes hipermercados a supermercados, multitiendas, bazares de chinos a pequeños ultramarinos. La conclusión general, que cuanto más pequeño es el establecimiento, más fácil resulta hacerse con el alcohol; que en los grandes híper es más difícil, "pues lo normal es que siempre te pidan el carnet", y que en los bazares o las llamadas tiendas de los chinos es en las que resulta más fácil.

La prueba de que los híper son los más difíciles, el hecho de que en los dos en los que el menor de Plasencia intentó comprar alcohol no se lo dispensaron porque no llevaba carnet y no podía demostrar si era mayor de edad. En el resto de las ciudades ni lo intentaron, porque "en los híper siempre piden el carnet", comenta Silvia, una joven cacereña de 16 años.

De los seis supermercados de cadenas nacionales, pero de menor tamaño a los que nuestros menores acudieron para comprar, la mitad vendió y la otra mitad no. En uno de Plasencia un menor de 15 años consiguió una litrona y en Cáceres una chica de 16 años logró comprar dos cartones de vino en uno y un joven de 17 una litrona en otro. Por contra, dos amigos de 17 años no lo consiguieron en Coria, ni una joven de 17 lo consiguió en los dos super de Mérida en los que lo intentó.

Más facilidad encontraron en las pequeñas tiendas de barrio y multitiendas, pues tan solo pidieron el documento nacional de identidad en una –en Badajoz– de las seis que visitaron. En todas las ciudades las tiendas pequeñas vendieron alcohol a menores.