Entre los años 2004 y 2007, es decir, la legislatura anterior, los ministerios de Fomento y Medio Ambiente, y las sociedades estatales (principalmente el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias-Adif), que copan alrededor del 90% de la inversión en Extremadura, presupuestaron obras en la región por 2.049 millones. Sin embargo, las liquidaciones de gasto efectuadas por estas entidades recogen que el gasto rondó los 1.600 millones, un 20% menos de lo previsto. Esto supone que se dejaron sin ejecutar actuaciones que suman 462 millones de euros, el equivalente al presupuesto de inversiones de todos los ministerios en Extremadura de un año.

Por establecer una comparación, el gasto no realizado equivaldría a más de cien kilómetros de autovía o a unos 70 kilómetros de línea de alta velocidad.

Los peores años en cuanto a ejecución del gasto fueron el primero y el último. Así, en el 2004 una quinta parte de lo que se anunció en la Ley de Presupuestos no se llevó a la práctica, y quedaron en el cajón 98 millones. Mientras, en el 2007 fueron 170 millones los que no se gastaron. Por contra, el mejor año sería el 2006, cuando sólo se quedaron en el cajón 80 millones de euros. Además, ese año la liquidación de Fomento indica que se gastaron 34 millones más de lo que tenía presupuestado este ministerio. Sin embargo, este exceso de inversión no se debe a que se aceleraran las actuaciones, sino al retraso en la terminación del tramo de la Autovía de la Plata entre Cáceres e Hinojal (se abrió con 20 meses de demora) que se pagó por el método alemán , es decir, liquidando los 71 millones del coste al final de la obra, año y pico después de lo previsto.

 

REGADIOS SIN FIN En el seguimiento a los presupuestos anuales y la inversión programada pueden encontrarse algunas pistas de por qué no se gasta lo anunciado. Así, en Medio Ambiente hay varias actuaciones cuya ejecución se deriva a años posteriores, alargando plazos y trasladando partidas.

Un ejemplo serían los regadíos del Canal de las dehesas. En el presupuesto del 2005 se indica que se acabarían en el 2009. Sin embargo, al año siguiente ya figura que se acabarían en el 2010. La situación se repite en los presupuestos del 2007 y 2008, donde respectivamente la fecha de finalización se aplaza al 2011 y 2012. Además, en el presupuesto del 2008 (y lo mismo en el actual) se eliminan las partidas para esos ejercicios y los sucesivos. Otro tanto ocurre con los riegos del Plan Badajoz, que en el 2005 figuran con un prespuesto de 23 millones y terminación en el 2007.

Sin embargo, dos tercios de la partida no se gastan y la terminación se aplaza al 2008. En el 2007 se vuelve a aplazar la finalización, esta vez al 2010, y quedan otros 13 millones por ejecutar. Nuevamente en el 2008 se aplaza la finalización, ahora al 2011.

Otras obras como la mejora del abastecimiento a Cáceres (cuya finalización se aplaza hasta 2010 y además entre el 2006 y el 2008 se ejecutan en total 13 millones cuando se anunció que sólo en el 2008 se gastarían 42 millones), riegos de Rosarito (desaparecen del presupuesto sin ejecutarse los 15 millones comprometidos), plan de seguridad de presas, riegos de Orellana, defensa de avenidas en Rivillas y Calamón, abastecimiento de Campo Arañuelo o actuaciones en la cuenca del Tajo siguen el mismo patrón: demoras en la finalización y no ejecución, en todo o en parte, de las cantidades asignadas.

 

MINISTERIO DE FOMENTO En Fomento las demoras se dan sobre todo en el primer bienio de la legislatura. Con las obras de la Autovía de la Plata ya en marcha en la mayor parte de los tramos, trazados como el Mérida-Aljucén, Cañaveral-Hinojal o Aldea del Cano-límite con Badajoz no cumplen las previsiones de inversión y la apertura de los tramos se demora.

También sufren retrasos otras obras como la del puerto de Tornavacas a Navaconcejo en la N-110: supuestamente se inició en el 2006, se acabaría en el 2009 y cuesta 20 millones. Sin embargo, al llegar el 2009 la fecha de terminación es ya el 2010 y queda por ejecutar más de la mitad del gasto.

En casos similares estarían las obras en la autovía de Trujillo a Cáceres, donde las partidas van pasando del año 2006 al presupuesto del 2007 y luego al del 2008, o la variante de Santa Marta, donde se traslada una partida de seis millones del año 2006 al 2007.

En otros casos el seguimiento es más complejo puesto que se ponen en marcha nuevos planes cuando aún no se han cerrado los anteriores. Este es el caso del plan de conservación de carreteras. Según los presupuestos desde el 2004, el plan debería finalizar en el 2008, año para el que quedaba por ejecutar una partida de unos 20 millones (un tercio del total). Sin embargo, se pone en marcha otro plan ese año que llega hasta el 2012.