El II Plan de Inclusión Social de Extremadura 2008-2011 ampliará el programa integral de barrios para atender a zonas de especial vulnerabilidad, en Don Benito, Villanueva de la Serena y Almendralejo, que se suman así a Mérida, Badajoz, Cáceres y Plasencia, según explica la directora general de Inclusión Social y Prestaciones, Concepción Cáceres, en la Comisión de Igualdad y Empleo de la Asamblea de Extremadura para informar sobre la puesta en marcha del citado plan, a petición del PP.

La directora general explica que el II Plan de Inclusión Social tiene un enfoque integral, multifactorial, transversal y a la largo plazo e incluye 107 medidas distribuidas en las áreas de empleo, servicios sociales, salud, educación, recursos económicos mínimos, vivienda, colectivos de especial vulnerabilidad, ciudadanía y compromiso responsable, y gestión y seguimiento.

Destaca su vinculación con el Plan de Fomento y Calidad del Empleo en Extremadura y expone algunas de las medidas incluidas, como el incremento de trabajadores sociales, la formación de profesionales, el complemento de alquiler para las pensiones no contributivas o la garantía de unos ingresos mínimos a las mujeres víctimas de la violencia de género. Destaca también, como novedad, la implantación en el territorio de 31 agentes de inclusión social que velarán por el cumplimiento del plan y serán los "ojos y oídos" de la Junta para evaluar las medidas adoptadas y su "replanificación" si fuese necesario.

Concepción Cáceres reconoce, tal y como apunta la diputada del PP Teresa Tortonda, que en el 2008 la Junta solo incrementó en cinco el número de trabajadores sociales, pero añade que este año los nuevos contratos en este área se elevan a 20 para que desarrollen su labor en las mancomunidades y en las siete grandes ciudades de la región.

Por su parte, la diputada popular define el II Plan de Inclusión Social de Extremadura como "un corta y pega" de los diferentes planes y programas de la Junta, ya que, a su juicio, "no hay ni una sola actuación nueva". Dice que el Gobierno extremeño "no quiere que aparezca la palabra pobreza" por ningún lado, lo que, en su opinión, supone "hacerse trampas al solitario", además de indicar que, según datos del INE, el índice de pobreza aumentó tres puntos en la región del 2006 al 2008 hasta situarse en el 39%.