Los trabajadores municipales acordaron ayer medidas de presión destinadas a lograr la aplicación efectiva del catálogo de trabajadores del ayuntamiento que se aprobó en el pleno municipal del pasado 29 de diciembre, pero que aún no ha entrado en vigor. Los acuerdos se alcanzaron en la asamblea que se desarrolló en el ayuntamiento ayer por la tarde, en la que los representantes sindicales informaron a los trabajadores sobre la última reunión mantenida en la jornada anterior con el edil de Interior, Cipriano Madejón, y que al contrario de lo que este dijo, a juicio de los sindicatos "terminó sin acuerdo, no hay ningún principio de acuerdo", aseveró Tomás Simón, representante sindical de CSIF, que actuó como portavoz de las tres centrales que representan a los 600 trabajadores municipales.

"Simplemente pedimos que el catálogo se aplique", insistió el delegado ante una sala atestada de compañeros y en la que se produjeron algunos momentos de tensión fruto de la crispación, antes de que se iniciara la asamblea, a las 13.00 horas. "Que se cumpla lo pactado" reiteró Simón cuando EL PERIODICO EXTREMADURA le preguntó por las reivindicaciones de los trabajadores. Que se aplique supone que comiencen a abonarse las actualizaciones salariales recogidas en el nuevo catálogo. Frente a este reclamación, según señalaron los sindicatos "en la última mesa de negociación el equipo de gobierno planteó la renuncia por parte de los trabajadores de la parte salarial derivada de la aplicación del catálogo". Los trabajadores se muestran dispuestos a que, ante la actual situación de crisis, se estudien medidas "que mejoren los servicios y reduzcan los gastos generales", pero se oponen a que "la única propuesta pase, una vez más por la reducción de los salarios", señalaron en un comunicado por la tarde.

 

IRAN A LOS PLENOS Para que esto se cumpla, ayer acordaron iniciar medidas de presión que por el momento se traducirán en paros y representación en los plenos municipales para poner de manifiesto su malestar. Los paros durarán media hora –de 10.30 horas a 11.00– y están convocados ya para los días 25 y 27 de febrero en la plaza de Las Piñuelas, aunque podrían extenderse a todos los meses de marzo si no se resuelve antes la aplicación del catálogo de trabajadores. Además una representación de los trabajadores asistirá a los próximos plenos municipales para poner de manifiesto el malestar de los trabajadores de dependen del ayuntamiento.

"No habrá más mesa de negociación hasta que no se soluciones todo esto", señaló como otra de las medidas que las centrales sindicales acordaron ayer con los trabajadores. Además van a solicitar una reunión con la alcaldesa Carmen Heras para trasladarle directamente el malestar de los empleados, ante el incumplimiento de lo pactado y ratificado en el pleno de diciembre.

La tramitación del primer catálogo de los empleados municipales se inició en el año 2000 y se aprobó definitivamente ocho años después después de un largo proceso en el que se logró el acuerdo de todos los grupos políticos y los representantes sindicales, a excepción de Comisiones Obreras, que se oponía a una parte del documento.

En este documento se especifica las funciones que atañen a cada puesto de trabajo y se determina las retribuciones complementarias –el complemento específico y otras variables–, que se suman a otras retribuciones básicas –sueldo base, complemento de destino y trienios– que se definen en los Presupuestos Generales del Estado, y que este año supone un incremento del 2%.