El presidente Fernández Vara ha pedido sinceridad a los bancos y éstos le dijeron ayer la verdad. Uno de cada tres no tiene dinero para prestar; otro tiene pero es para pagar deudas, y el tercero simplemente no quiere.

Pese a todo el presidente de la Junta acordó con 27 entidades financieras hacer un esfuerzo extra para mantener el empleo y la actividad económica, aunque a base de que el Gobierno regional no les cobre por el dinero que deposita en sus cuentas, y de que garantice créditos como las hipotecas del Plan Especial de Vivienda (pisos de 60.000 euros).

Durante dos horas el jefe del Ejecutivo intercambió información y puntos de vista con responsables de todos los bancos y cajas que operan en la región.

Del encuentro salió una lista de seis medidas entre las cuales destacan tres: la Junta les prestará dinero gratis a los que financien las inversiones más arriesgadas, el fondo de avales públicos aumenta de 6 a 30 millones de euros, y las hipotecas del Plan Especial tendrán un 30% de aval público durante cinco años.

Las otras tres son subsidiar desde la Junta con dos o dos puntos y medio la línea de préstamos Ico Liquidez, y cambiar el decreto pyme de incentivos para suavizar la ejecución de las inversiones.

Devolver lo pedido

Fernández Vara descarta caer en lo más fácil para un político en estos momentos, que es echarle a los bancos la culpa de todo. «No seré yo quien les defienda, que ya se defienden solitos», dijo en primer lugar, para dibujar luego un resumen muy claro.

España ha estado durante los últimos años financiándose del exterior -600.000 millones de euros han entrado- y ese dinero ahora lo tienen que ir devolviendo los bancos poco a poco.

El crédito no se ha cortado en su totalidad, «eso dicen ellos y yo me lo creo, pero el ciudadano tiene una sensación muy distinta, posiblemente porque a quienes menos están prestando es a las empresas de mayor riesgo que son las que más lo necesitan».

Beneficios no entendidos

En esa pésima percepción que actualmente tiene el ciudadano de las entidades financieras pesan los beneficios de 8.000 y 5.000 millones de euros presentados días atrás por Banco Santander y BBVA, respectivamente.

«La verdad es que no se entienden esos beneficios pero lo único que podemos hacer es lamentarlo», admite Vara.

Los datos de la Junta de Extremadura indican que se están cumpliendo los acuerdos que firmó en junio pasado con el conjunto de entidades para poner a disposición de la economía privada 4.000 millones de euros en cuatro años.

En el primer semestre de vigencia, de julio a diciembre, de los 565 millones comprometidos los bancos han prestado 550, bien es cierto que unas entidades han cumplido el triple de lo prometido mientras que otras escasamente la mitad.

Pero la sensación ciudadana es bien distinta, de que el sistema financiero no se está portando bien, «porque lo que hacen no es suficiente, o están prestando sin riesgo lo cual no tiene mérito», interpreta el presidente.

A pesar de todo ello la modernidad del sistema financiero extremeño, para lo bueno y para lo malo, es equiparable al conjunto español, como demuestra el hecho de que por cada 100 euros captados del ahorrador, hay prestados 138; lo malo es que de estos últimos uno de cada cuatro procede del extranjero.

Nada parecido a los años 90 cuando por cada 100 de ahorro los créditos concedidos sólo sumaban 47 euros.

Al cero por ciento

Entre datos que iban y venían, cruce de opiniones, confesiones de arcas vacías, y necesidad de mantener la economía de la que todos vivimos, el presidente de la Junta acordó con los banqueros la adopción de seis medidas.

La más llamativa es que el Ejecutivo regional renuncia a los intereses que cobra por su dinero depositado en bancos y cajas siempre que un grupo de ellas se una para financiar las operaciones empresariales de más riesgo.

La Hacienda autonómica pondrá más avales todavía. El 30% de cada hipoteca del Plan Especial (60.000 euros) durante cinco años. «Bancos, no tengan miedo de concederla», convoca el presidente, «que nosotros estamos por medio pero no para pagársela al particular, que si deja de pagar perderá la vivienda».

En ese caso la Junta se encarga de buscar otro comprador y pagar los gastos que origine el cambio de titular.

Ambas partes acordaron también crear un observatorio del mercado financiero con tres mesas distintas; cajas y bancos extremeños, las cajas foráneas, y el resto de entidades.

¿Para qué pueden servir todas estas medidas? Los bancos se comprometen a dar los préstamos «que ahora no están dando», resume Guillermo Fernández Vara, que se reitera en que en una situación en que el sistema financiero no cumple con su función «quizá no quede otra solución que disponer de bancos públicos aunque sea de manera temporal».