En total, se talarán y destruirán entre 225.000 y 250.000 pinos, según las estimaciones de los técnicos de la Consejería de Agricultura y Desarrollo Rural, según informa El Diario Hoy.

La medida no es un capricho. Lo ha ordenado la Unión Europea, que concede a Extremadura un plazo límite: el 1 de abril. ¿Y por qué tan poco tiempo y tanta superficie? La respuesta está en el 'Bursaphelenchus Xylophilus', más conocido como 'el gusano del pino' . No mide más de un milímetro y medio de tamaño, pero su capacidad destructora es tal que las autoridades de Bruselas no se andan con concesiones. La propia Junta de Extremadura afirma que «su impacto ambiental sobre las masas forestales puede llegar a ser catastrófico». Que pregunten si no a los vecinos lusos.

Desde hace tiempo, el cien por cien de Portugal continental está declarada zona en cuarentena por este gusano, al que en un foro de agentes forestales en Internet se le ha bautizado como 'la bestia'. Entró por Setúbal, y desde allí se ha ido extendiendo por todo el país. Hace meses que la Unión Europea obligó a los estados miembros a aumentar la vigilancia en el comercio de madera procedente de Portugal (la fuente más probable de contagio), para evitar que el Bursaphelenchus, al que los expertos coinciden en señalar como la principal amenaza mundial para los bosques de coníferas, saltara a otros países.

Y el temido nematodo acabó ganando la batalla y viajó hasta Extremadura. El 31 de octubre, el departamento de Agroecología del Centro de Ciencias Medioambientales, adscrito al CSIC (Centro Superior de Investigaciones Científicas) comunicó a la Junta de Extremadura que tenían un árbol infectado. El ejemplar enfermo apareció en un lugar de sugerente nombre: la sierra de Dios Padre, en el término de Villanueva de la Sierra, el primer pueblo de la sierra de Gata en su vertiente sur. En el paraje que los vecinos de la zona conocen como 'Las peñas del Drago' está el epicentro de la noticia. Allí estaba el pino contaminado, el que ha originado un trasiego constante de especialistas en la materia por la zona, el que hace unas semanas atrajo hasta el lugar a expertos de Dinamarca y Alemania, tal y como publica el Diario Hoy.

Tras conocer la noticia, se trazaron dos radios en torno al pino enfermo: uno de cincuenta metros en el que se taló y quemó in situ todo, y otro de veinte kilómetros (que incluía terrenos de 36 términos municipales de la provincia de Cáceres, entre ellos Plasencia) con múltiples restricciones al manejo de la madera, de modo que en la práctica es casi imposible que salga de ese círculo de seguridad un solo palet.

La tercera circunferencia

Ahora surge una tercera circunferencia a partir del pino enfermo. Esta vez no tiene unas medidas exactas. Las autoridades europeas pretendían que fuera de tres kilómetros, pero los técnicos de la administración autonómica han logrado que ese margen se reduzca, al menos de momento. Para ello alegaron, entre otros motivos, la existencia de arroyos que actúan como barreras naturales. Por sí solo, el destructor gusano es incapaz de ir de un árbol a otro. Necesita para ello que le lleve un escarabajo (un coleóptero cerambícido del género Monochamus), y se supone que dada la limitada capacidad de vuelo de estos escarabajos, el agua actúa como muro, recoge el Diario Hoy.

Cambie o no de opinión la UE, Extremadura deberá afrontar en tiempo récord la misión de talar y destruir los pinos de 1.215 hectáreas, una tarea que más de dos en la zona consideran imposible. La Junta ha enviado cartas a todos los propietarios de terrenos afectados. En ese texto se les explica que tienen un mes para talar y destruir los pinos que haya en sus parcelas, y que tienen dos opciones: hacerlo ellos mismos o dar permiso a la consejería de Agricultura y Desarrollo Rural para que lo haga ella. Dado que casi todos son titulares de fincas pequeñas, es previsible que la mayoría autorice a la administración a que lo haga ella, y así se ahorran tener que buscar los medios humanos y materiales para cumplir con la misión encomendada. De hecho, algunos ya han dado su permiso por escrito.

Esas misivas remitidas por la Junta no han sentado bien a más de un propietario. En concreto, el siguiente párrafo: «En caso de incumplimiento de este mandato, la Administración Autonómica procederá a la ejecución forzosa con sus propios medios o empleando servicios ajenos, cargando los gastos correspondientes al interesado, cuyo importe podrá exigírsele por vía de apremio, con independencia de las sanciones a que hubiere lugar».

Al margen de esa carta, el Gobierno regional aclara que todo este proceso, «en ningún caso supondrá coste alguno para los propietarios». Además, valora que lo que está haciendo es poner sus medios propios a disposición de los afectados, y asegura que si alguno opta por encargarse él mismo, se le pagarán los gastos «previa valoración objetiva de los trabajos desarrollados». En cuanto al dinero que dejarán de ingresar por la madera que no puedan vender, anticipa que, una vez cortada, «debe ser cubicada y valorada, y en función de esa valoración, la Junta de Extremadura arbitrará una línea de indemnización, que requiere de un desarrollo normativo sobre el que ya estamos trabajando, y que cubrirá a todos los afectados por la tala». En este punto, hay que tener en cuenta que la madera no puede salir del área en cuarentena (los veinte kilómetros a la redonda desde el pino infectado). Dentro de ese área sólo hay tres empresas -Ángel Luis García Ventanas, en Descargamaría, y Traexfo y Palets Hernández, en Montehermoso- que tienen la infraestructura suficiente para tratar esta madera infectada y que por tanto cuentan con la autorización oficial. «Y en esta situación, está claro que compararán a la baja», vaticina uno de los afectados.

La gran dificultad que afrontará la administración es el poco tiempo del que dispone. Tanto es así que ha tenido que recurrir a la figura de los 'contratos de emergencia'. «Cualquier otra fórmula prevista en la Ley de Contratos de la administraciones públicas dilataría en el tiempo el proceso», matiza la consejería competente.

Para dejar claro que se ha cumplido con las recomendaciones europeas, desde Agricultura se subraya que «la vigilancia (para intentar evitar la propagación de la enfermedad) es permanente, de manera que todos los ejemplares que presentan síntomas de decaimiento son analizados. Y se aporta una cifra: 150 muestras realizadas en los últimos meses, todas ellas con resultado negativo. En el periodo 2001-2007, la Junta realizó 376 prospecciones, según sus propios datos.

Y todo con un objetivo: evitar que el 'gusano del pino' se extienda. Porque si el Bursaphelenchus Xylophilus salta, de poco habrá servido talar y destruir los pinos de 1.215 hectáreas. Si eso llega a suceder, 1.500 campos de fútbol serán una insignificancia.