La Consejería de Cultura y Turismo invertirá este año 2 millones de euros en la recuperación de una decena de castillos de la región, dentro de un programa que pretende reformar hasta el 2020 un total de 43 castillos y que contará con una inversión prevista de unos 15 millones de euros.

Así lo anunció la consejera de Cultura y Turismo, Leonor Flores, en el transcurso de una visita al castillo de Montánchez, que se está recuperando dentro de este "Programa de Castillos". En la visita también estuvieron presentes el alcalde de la localidad, Juan Alcázar, además de concejales de este Ayuntamiento y técnicos.

Este "Programa de Castillos" supone un ambicioso proyecto que pretende, entre otros objetivos, poner en valor y aprovechar cultural, turística y económicamente el conjunto de los castillos de Extremadura; recuperar y dignificar este patrimonio; y crear focos de atracción turística que conformen una red y dinamicen económicamente las comarcas, a través de la creación de puestos de trabajo, tanto directos como indirectos.

La consejera afirmó que en 2008 se ha realizado un estudio sobre la situación en la que se encontraban los castillos y se ha empezado a trabajar, entre otros, en los de Alconchel, Zahínos, Fuentes del León, Medellín, y las alcazabas de Mérida y Reina.

Para este año está previsto que se acometan diferentes actuaciones en los castillos de Barcarrota, Magacela, Mirabel, Villalba de los Barros, Valencia del Ventoso, Villanueva del Fresno, Alange, Eljas, Villanueva de la Serena, y que prosigan los trabajos en el de Montánchez y Medellín, y en la alcazaba de Reina. En total, hasta 2011, el gobierno regional prevé invertir ocho millones de euros en estas actuaciones.
Leonor Flores explicó que este proyecto de rehabilitación patrimonial "persigue la puesta en valor de un conjunto de castillos de norte a sur de la región" mediante la consolidación y restauración para su posterior promoción y difusión dentro de una red a lo largo de toda Extremadura.

La acción consiste en la rehabilitación de diferentes castillos y fortalezas medievales que, en muchos casos, están casi olvidadas, adaptándolos para posibilitar su visita turística, con lo que se conseguirán dos diferentes objetivos, por una parte la rehabilitación y conservación del patrimonio cultural extremeño y, por otra, su uso turístico.

Todo ello garantizará el adecuado mantenimiento del patrimonio, la creación de puestos de trabajo y la dinamización de la comarca por el consiguiente aumento de visitantes y turistas ya que la idea es también hacer una especie de museo en cada fortaleza que recoja la historia del monumento.

Así, en algunos de ellos podrán realizarse visitas dentro del propio castillo, mientras que en otros deberán instalarse centros de interpretación que permitan visualizar, con las últimas técnicas multimedia, cómo fue el castillo, su uso y su importancia estratégica en el territorio. En este sentido, se prevén tres niveles de actuación. En un primer nivel, se llevarán a cabo trabajos en 21 castillos, repartidos por todo el territorio, en los que se realizará una actuación integral, conformando, así, una red.

Un segundo nivel engloba a 22 castillos, en los que se realizarán actuaciones menores y se aprovecharán otros proyectos o intervenciones anteriores, que se integran en la red. Por último, se establecen otros castillos, que, sin intervenciones directas, se incluirán en la difusión y promoción de la red.

En cualquier caso, en todos ellos se prevé la colocación de una señalización homogénea, la musealización y la dotación de usos. La actuación general tiene como fin dotar a cada castillo de un uso respetuoso con los restos conservados. La gama de usos posibles que se contemplará será amplia, desde instalación de dotaciones hasta la mera visita arqueológica. Las finalidades de difusión de estos castillos y del programa en su conjunto se articulará por medios tanto tradicionales como con nuevas tecnologías en los ámbitos pedagógico/escolar, cultural, turístico y científico.

Tal y como destacó la consejera, las obras de rehabilitación posibilitarán la creación y mantenimiento de un importante número de puestos de trabajo durante la fase de construcción, pero también se crearán empleos, tanto directos como indirectos, durante su explotación. Por lo tanto, a corto plazo se crearán puestos en el sector de la construcción y a largo plazo se crearán puestos permanentes en el sector servicios.