La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Badajoz celebró ayer la vista por el recurso planteado contra la sentencia que condenó a Carlos Margullón Salguero a ocho años de internamiento en un centro de menores, y a cinco más de libertad vigilada, por el crimen del joven Antonio Márquez Ardila –el 3 de junio del 2007 en Talavera la Real–. La sala lo dejó visto para sentencia tras analizar una de las pruebas propuestas por la defensa, de forma que en el plazo de unos días se sabrá si confirma el fallo o lo modifica.

En la fecha en que ocurrieron los hechos, el autor del crimen y la víctima eran menores de edad, por ello el juicio se celebró el 11 de julio del 2008 en el Juzgado de Menores. Una vez conocida la sentencia, el letrado de la defensa recurrió ante la Audiencia, pues él había solicitado la libre absolución del acusado basándose en que actuó en defensa propia.

Mari Carmen Ardila, madre del joven asesinado, permaneció durante el tiempo que duró la vista fuera de la Audiencia, pues no se le permitió el acceso a la sala por ser la vista a puerta cerrada. Estuvo acompañada de su padre, una hija y otros familiares hasta que el abogado que lleva la acusación particular salió para informarles de lo ocurrido.

Mari Carmen Ardila, que en algún momento mostró la foto de su hijo, manifestó que espera que se haga "justicia, porque es lo único que nos puede remediar algo, aunque preferiría ser la madre del asesino, porque ella, manden donde manden a su hijo, podrá verlo y yo no puedo ver al mío". El fiscal y la acusación particular ratificaron su solicitud de que se confirme la pena dictada, mientras la defensa planteó que era excesiva y debía reducirse.