Es un privilegio muy grande, igual que si me hubiera tocado la lotería". Estas son las palabras que Angel Gil Clemente expresó minutos antes de recibir el estandarte de la imagen de la virgen Inmaculada durante la fiesta de La Encamisá que se celebró ayer por la noche en Torrejoncillo y que cierra un año estelar marcado por la Coronación Canónica de la imagen Inmaculada Concepción. El privilegio del que Gil pudo disfrutar ayer se lo debe a su mujer, Sagrario Alonso, que días antes salió elegida portaestandarte en un sorteo entre 250 personas. "Ceder el estandarte es el orgullo de toda mujer torrejoncillana, el varón es el que tiene que llevar el estandarte, es una tradición de toda la vida y hay que respetarla", comentó Sagrario.

La lluvia, que el sábado deslució los actos de la Coronación Canónica de la imagen de la Inmaculada Concepción teniendo que trasladarse las celebraciones de la plaza Mayor al interior de la iglesia de San Andrés, ayer, afortunadamente, dió una tregua a los torrejoncillanos para que pudieran disfrutar de esta fiesta de Interés Turístico Nacional llena de fervor y emoción.

Este año, la Asociación de los Paladines, que alcanza ya los 2.000 socios, ha sido la encargada de preparar el convite para el público y para el cual el colectivo elaboró 25.000 dulces artesanos, manifestó su presidente, Angel Carlos Sánchez. Durante la noche, unos 300 jinetes cubiertos con las tradicionales sábanas blancas adornadas con estrellas y unos 400 escopeteros salieron a la calle para acompañar a la imagen de la Inmaculada Concepción en procesión entre gritos de vivas y salvas en honor a la patrona.

Los actos continuarán hoy con el Día de la Pura. A las 12.00 horas se oficiará una solemne misa y por la tarde se clausurará el Año de la Coronación Canónica. Finalmente, mañana martes se celebrará la Pura Chica.