El nuevo Plan de Salud de Extremadura, que se encuentra en fase de elaboración y que estará vigente del 2009 al 2012, contempla la creación de una Agencia Extremeña de Seguridad Alimentaria, que entre sus cometidos evaluará las posibles situaciones de riesgo provocadas por el consumo de alimentos en mal estado. La hoja de ruta de la sanidad extremeña también incorporará a las áreas de actuación prioritarias, entre las que se encuentra la lucha contra las patologías con mayor prevalencia –enfermedades cardiovasculares, cáncer, salud mental, etcétera– otras emergentes como las enfermedades raras o las procedentes del mundo animal o zoonosis.

Así se desprende del documento de debate del nuevo plan de salud, que quedará definitivamente aprobado por la Junta a principios del año 2009, y en cuya elaboración han participado cerca de 300 expertos, entre los que se encuentran profesionales sanitarios, asociaciones de enfermos, colegios profesionales y sociedades científicas, que actualmente hacen aportaciones al futuro plan.

Velar por la seguridad de los alimentos que consumen los ciudadanos será una de las tareas encomendadas a la Agencia Extremeña de Seguridad Alimentaria, que se creará con rango de Ley antes del 2011. También coordinará todas las actuaciones de las administraciones públicas, evaluará las posibles situaciones de riesgo y fomentará la investigación en materia de seguridad alimentaria.

Entre sus funciones se encuentran la elaboración de un protocolo para la comunicación de riesgos para situaciones de crisis y emergencias alimentarias, como la provocada recientemente por la contaminación de productos lácteos que provocó la muerte de varios niños y afectó a más de 50.000 bebés en China. En España este tipo de situaciones, aunque a menor escala y con consecuencias menos dañinas, se vivió en el 2005 el caso de los pollos asados precocinados de una multinacional holandesa, que afectó a más 2.700 personas por salmonela en todo el país.

El director general de Planificación, Ordenación y Coordinación, José Luis Ferrer, ha dirigido durante todo el 2008 los trabajos de este documento –de más de 400 páginas– que analiza la situación actual de la sanidad extremeña y especifica la línea que seguirá el sistema sanitario público extremeño los próximos años. Ferrer señala que la principal virtud de esta "herramienta" se encuentra en que no solo se dirige al personal sanitario, sino que implica también a otras consejerías y distintas administraciones.

El nuevo plan de salud dará continuidad a los planes integrales para combatir los principales problemas de salud de Extremadura, a los que se incorporarán a lo largo de 2009 nuevos programas específicos para el tratamiento de las enfermedades raras, que son aquellas patologías de las que se conocen menos de cinco casos por cada 10.000 habitantes, con un peligro de muerte o invalidez crónico, y con el agravante de que son enfermedades sobre las que se tiene una escasa información. También se incorporan las enfermedades procedentes del mundo animal, y que el propio plan define como "un grave problema de salud pública con gran importancia sanitaria, económica y social". Se trata de patologías como la brucelosis, la gripe aviar, la salmonelosis, la rabia o el anisakis.