El robo de vehículos no es uno de los principales activos del mercado negro en Extremadura, pero sí origina un importante dolor de cabeza al millar de familias que cada año ven como le sustraen su automóvil. Según los datos aportados por la compañía Detector, especializada en el desarrollo de sistemas de localización y que ha firmado un acuerdo de colaboración con el Ministerio del Interior, cada año desaparecen en la región unos 1.400 vehículos. La mitad de ellos no se recuperan.

Los datos oficiales no son públicos. Interior ha dictado una orden que impide a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y a las Delegaciones del Gobierno difundir las cifras de este y otros tipos de delitos. Los sindicatos policiales y las asociaciones de la Guardia Civil acusan al ministerio de ocultar esta información para manipular la situación real a la que se expone la sociedad por la "falta" de recursos de la policía y la benemérita.

Pero fuentes de la Policía Nacional consultadas por este diario confirman que las estimaciones de Detector son muy aproximadas a la realidad. Solo durante el 2007, de acuerdo con estas filtraciones, se produjeron en la ciudad de Badajoz más de 700 hurtos de automóviles.

Desde la Jefatura Superior de la Policía Nacional en Extremadura apuntan que la capital pacense, junto a Cáceres y Mérida son los grandes focos donde se concentra este tipo de hurtos en la región. "Al ser los mayores núcleos de población y tener mayor parque de vehículos, la delincuencia es mayor y los casos son más numerosos", explican. A pesar de ello y en este sentido, la ciudad emeritense registra más denuncias (entre 150 y 200 al año) que Cáceres (entre 100 y 180). Pero en líneas generales, de acuerdo con los datos de las comisarías de Don Benito (entre 50 y 100), Almendralejo (entre 40 y 60) y Plasencia (entre 20 y 40), el tamaño de la localidad sí influye.

Eso es solo en lo que se refiere a los núcleos de población con Policía Nacional. Fuera de estas ciudades los casos, "que son menos numerosos", pasan a manos de la Guardia Civil.

Responsables de este tipo de investigaciones en la Jefatura Superior de Policía explican que en Extremadura las sustracciones más habituales son de turismos de gama baja. "Aquí no se suelen producir robos de coches de lujo. Más bien al contrario, suelen ser coches con cierta antigüedad, modelos que ya llevan en el mercado 10 o 15 años", explican estas fuentes. Esto responde al perfil del ladrón, que "suele ser un delincuente menor, un toxicómano o un pequeño atracador, que roba el vehículo para trasladarse de un lugar a otro, bien para comprar o vender droga o para ir o escapar del lugar donde delinque".

En la Policía Nacional aseguran que la mayoría de los vehículos suele aparecer, aunque algunos quedan inutilizables porque el sustractor le prende fuego para no dejar huellas. "Aquí no se roba para revenderlos, a pesar de que alguna vez se ha localizado algún automóvil en el puerto de Valencia listo para embarcar e incluso en Amberes", prosigue el mando policial. Tampoco el hecho de ser territorio fronterizo con Portugal supone, a juicio de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, un mayor riesgo: "Apenas aparecen en Portugal vehículos sustraídos aquí ni al reves, robados allí y que los encontremos aquí".

Con lo que sí se han topado es con alguna pequeña banda que se especializó en robar determinados tipos de turismos. "Hace un año y medio desarticulamos en Badajoz a un grupo que siempre tenía el mismo modus operandi : robaban un Ford Orion o un Ford Scort en la zona de la Estación y se desplazaban a Valdepasillas. Allí lo abandonaban, cometían algún robo en un establecimientos y huían de nuevo forzando otro vehículo del mismo modelo. Al final detuvimos a cuatro personas acusadas de 8 robos con intimidación y una veintena de coches hurtados".