Gertrudis Pinilla y sus tres hijos se disponían a comer, pasadas las 14.30 horas de ayer, cuando un enorme estruendo en la vivienda los asustó. Procedía del baño y cuando fueron a comprobar qué había pasado descubrieron con gran disgusto que un coche se había colado en su vivienda: en la pared del aseo había un gran agujero y se veían perfectamente los faros y el parachoques del vehículo.

El suceso ocurrió en la calle San Marcial, en el Gurugú, en un tramo con mucha pendiente en una de cuyas curvas está situada la pequeña casa de esta familia. Según contó Gertrudis Pinilla, ya más tranquila tras lo sucedido, al coche (en el que circulaban un padre y su hijo que venían de cazar y se dirigían hacia un local donde guardan todos sus utensilios) se le fueron los frenos y los ocupantes no pudieron evitar la colisión. La mujer contaba esperanzada que son conocidos de la familia y que confía en que no tendrá ningún problema en que el seguro del vehículo se haga cargo de los destrozos.

El cuarto de baño, que casualmente había arreglado uno de los hijos este verano, ha quedado totalmente inutilizable. Pero para Gertrudis Pinilla lo más importante es que no les ha ocurrido nada a ninguno de ellos "porque si alguno hubiésemos estado en el cuarto de baño nos habría ocurrido algo". El agujero ha tenido que ser tapado con una chapa desde el exterior y protegido con vallas de la Policía Local y, dentro, se ha apuntalado para evitar que se derrumbe el techo de la habitación, donde han aparecido grietas.

Al lugar del siniestro acudieron los bomberos del servicio municipal, la policía local y un arquitecto para comprobar los daños. La familia tuvo que estar varias horas fuera en espera de que se comprobase que no corrían riesgo si entraban en la casa. La mujer explicó que no es la primera vez que hay colisiones contra esta parte de su vivienda, pero nunca han causado tantos daños, tan solo en una ocasión un camión con ripios que daba marcha atrás tiró la pared del patio.