Todas las entidades de crédito extremeñas cuentan con un colchón financiero suficiente para hacer frente a sus créditos morosos en estos tiempos de crisis. Las cinco entidades con sede social en la región (dos cajas de ahorros, dos cajas rurales y un banco) muestran unas ratios de cobertura superiores al cien por cien. Es decir, el nivel de dinero que tienen reservado supera al de los créditos que están considerados como morosos.

Un estudio de la consultora FRS/Inmark, elaborado con datos del 2007, cifraba en un 45,4% la penetración conjunta que tienen las cinco instituciones de crédito extremeñas dentro del mercado regional de la banca minorista, lo que supone que casi la mitad de las personas bancarizadas en la región son clientes de alguna de ellas.

Al cierre del primer semestre del año, Banca Pueyo se movía en una ratio de cobertura de más de un 383%, Cajalmendralejo en un 377%, Caja Rural de Extremadura en un 270%, Caja Badajoz en un 136% y Caja Extremadura en un 128%. La de las entidades extremeñas no es ni mucho menos una situación generalizada en el sistema financiero español. Entre las cajas de ahorro la ratio media es del 107% y en junio pasado diez de ellas (en total son 45 en España) ya no contaban con provisiones suficientes para cubrir todos sus activos dudosos.

Un crédito se considera como dudoso cuando se acumulan tres meses de retraso en el pago. Aunque suponen un lastre en los balances de las entidades, su inclusión en esta categoría no implica que el activo en cuestión vaya acabar suponiendo una pérdida. En primer lugar, porque lo más habitual es que bancos y cajas hagan lo posible para que el cliente regularice su situación, modificando si hace falta las condiciones del crédito (alargando su duración pero reduciendo las cuotas, por ejemplo). En este caso, el activo dejaría de computarse como moroso. Y en segundo, porque si finalmente se produce el impago definitivo, se puede recuperar al menos parcialmente su valor mediante la subasta o venta del bien hipotecado.

En general, los balances de las entidades de crédito extremeñas muestran una situación saludable en casi todos sus parámetros. "El sistema financiero extremeño está sano, es solvente y es eficiente, la crisis nos coge bien preparados", asegura Ricardo Hernández Mogollón, catedrático de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de Extremadura, para quien no es previsible "que se pueda producir ninguna sorpresa negativa".

En esta línea, la ratio de morosidad -proporción de impagados sobre el total de créditos- de todas ellas está por debajo del 2% (algunas cajas españolas están ya en torno al 4%). Banca Pueyo, con un 0,50%, o Cajalmendralejo, con un 0,89%, ni siquiera llegan a alcanzar el 1%.

Además, durante el primer semestre del año estas cinco entidades obtuvieron unos beneficios conjuntos antes de impuestos de más de 94,4 millones de euros. Sin embargo, en este punto, Ricardo Hernández Mogollón advierte que lo peor de la crisis aún está por llegar y que "la falta de actividad económica acabará repercutiendo tarde o temprano en los beneficios de todas las entidades".

Otro indicador que se puede tomar como revelador de la situación de un banco o una caja es la proporción de créditos concedidos cubiertos por depósitos de clientes. De nuevo aquí las cajas de ahorros extremeñas se encuentran por encima de la media del sector, que en junio pasado estaba en un 79%. Así, Caja Extremadura está en un 104,8% (104 euros en depósitos por cada cien prestados) y Caja Badajoz en un 115,5%. Igualmente buenos son los datos de Cajalmendralejo (138,5%), Banca Pueyo (116,4%) y Caja Rural de Extremadura (97,8%).