La Hermandad de Donantes de Sangre de Badajoz pondrá en marcha una campaña pionera para promocionar las donaciones entre los pacientes transfundidos en los hospitales pacenses y sus familiares. La iniciativa, que cuenta con el respaldo y la colaboración de la gerencia del Area de Salud de Badajoz, pretende sensibilizar sobre la importancia de las donaciones entre aquellos que la han necesitado para hacerles llegar el mensaje de que "la sangre ni se compra, ni se vende, la donan personas de forma altruista y voluntaria para salvar la vida de otros", explica su presidente, Martín González de Carvajal.

Para ello, el acta hospitalaria que se entrega a los pacientes que reciben el alta se acompañará de un carta en la que, de forma "cariñosa y sensible y sin romper la confidencialidad sanitaria", se informará a los enfermos de cuántas bolsas de sangre han requerido en sus intervenciones y de qué tipo (hematies, plaquetas o plasma).

"Con esto pretendemos decir a todos las personas intervenidas, que son muchas al cabo del año, que han salido del hospital gracias a la labor de los médicos y también a las seis, siete u ocho bolsas de sangre que se le han transfundido durante su permanencia en el quirófano", explicó González. ¿Qué esperan conseguir con esto? Que el número de donantes activos se duplique para garantizar que la demanda de sangre esté siempre cubierta.

El presidente de la hermandad destacó que esta iniciativa es pionera y que, a diferencia de las prácticas que se llevan a cabo en otros hospitales cuando hay escasez de sangre, en los que se pide a los familiares de los pacientes que busquen personas en su círculo para donar, su campaña no exigirá ni pedirá sangre "descaradamente", sino que se informará para despertar esa sensibilidad.

"Tenemos muchas ideas para promocionar la donación de sangre, pero afortunadamente aquí no estamos angustiados y tenemos la sangre que se necesita, salvo raras excepciones", añadió González. La hermandad recoge en su área de influencia (Badajoz y otros 60 pueblos) entre 17.000 y 18.000 bolsas de sangre al año, el 36% de la que se consume en la región. De ellas, entre el 82 y el 84% procede de las donaciones en el entorno rural y el resto, de la capital.