Nueve meses después de que comenzarán las obras de reforma en el parque de La Isla, aún no han finalizado, pese a que el plazo de ejecución inicial era de seis meses. De ahí que los usuarios habituales hayan apremiado al ayuntamiento para que obligue a la empresa a terminar una obra que ya empezó con siete meses de retraso.

La propia alcaldesa urgió públicamente en el pleno de julio a la adjudicataria, la UTE formada por Paramio y Agroforex, que acabara la obra, pero tres meses después, los trabajos no se han dado por concluidos. Aunque Elia Blanco tampoco ha querido valorar el retraso ni el estado de la obra y la semana pasada, en una visita a otras obras de la misma constructora, dijo: "No voy a decir nada porque primero tengo que hablar con el responsable de la empresa".

Así las cosas, los usuarios han visto avances, como las nuevas máquinas instaladas recientemente para que los mayores puedan hacer ejercicio, pero están cansados de que la obra no termine. "Esto ya parece cachondeo. Se han tirado toda la primavera y la temporada de baños y todavía les faltan cosas por hacer", se quejaba una mujer que paseaba a su nieto. Un jubilado lamentaba además que "el ayuntamiento no ha sido firme, tenía que haber obligado a la empresa a cumplir los plazos". Tiempo después de acabado este, el edil de Medio Ambiente, Juan Carlos Herrero, desveló que se habían aprobado modificados al proyecto y de ahí que se alargara la obra.

Esta desinformación también la critican los usuarios: "A la gente la ningunean porque el ayuntamiento debería haberlo anunciado y no que nos tenemos que enterar de causalidad", señalaba un padre. A finales de agosto, el alcalde en funciones, Francisco Barbancho y el edil de Obras, Blas Raimundo –no el de Medio Ambiente– visitaron el parque para ver el estado de las obras, pero nada se ha sabido desde entonces.