El Sindicato Unificado de Policía (SUP) denuncia que dos agentes trasladaron ayer a un recluso del Centro Penitenciario de Badajoz que padecía una tuberculosis "muy contagiosa" sin que se les avisara de esta circunstancia, por lo cual han tenido que hacerse la prueba del Mantoux y ha sido necesario desinfectar el vehículo, informa El Periódico Extremadura.

Además, el preso estuvo sentado en la sala de espera de urgencias del Hospital Perpetuo Socorro junto a otras personas –un grupo de siete– que aguardaban su turno, según explica el sindicato, que lamenta que se produzcan situaciones como ésta, en las que se puede poner "en peligro la integridad física" de los agentes "e incluso la de los ciudadanos".

El SUP culpa de lo sucedido a la Jefatura Superior de Policía de Extremadura, a la Dirección General de Instituciones Penitenciarias y a la Delegación del Gobierno por la "ausencia de colaboración" entre estos organismos y su "incapacidad de crear un protocolo de actuación" para situaciones como la referida.

El sindicato cuenta que dos agentes trasladaron al preso hasta el hospital y que cuando fue llamado por el personal sanitario éste le colocó una mascarilla y ofreció dos a los agentes. También señala que el médico pregunto a los agentes que por qué habían hecho ese traslado sin mascarilla "si la tuberculosis" que padece el recluso "es muy contagiosa", tras lo cual manifestó que "había sido una negligencia grave no haber comunicado la enfermedad ya que en el informe del Centro Penitenciario consta el diagnóstico".

Por su parte, la delegada del Gobierno, Carmen Pereira, señala que el traslado de un recluso del Centro Penitenciario de Badajoz "en ningún momento" ha supuesto riesgo para la salud de los funcionarios encargados de llevarlo al Hospital Perpetuo Socorro.

"La dolencia que padecía el interno no se contagiaba por vía aérea, solo se podía contagiar por contacto más íntimo, contacto sexual u otro tipo, por tanto, el mismo peligro podían haber corrido los funcionarios policiales como los sanitarios del centro penitenciario que lo estaban atendiendo", informó Pereira en relación a la crítica realizada por el Sindicato Unificado de Policía (SUP) en la que alertaba del traslado, por parte de dos agentes, de un preso con tuberculosis.

La delegada del Gobierno, informa Europa Press, insiste en que determinar de qué modo se realizan los traslados de los enfermos a centros hospitalarios es "responsabilidad" de los facultativos sanitarios.

"Por lo tanto ellos son los responsables de valorar si son o no son contagiosos y decidir si el preso, que debe recibir asistencia sanitaria, debe ir en un coche policial o si requiere el traslado con un vehículo sanitario o ambulancia de cualquier tipo", asevera Pereira.

"Los traslados nunca son realizados de manera arbitraria sino que es el facultativo quien lo ordena y quien debe valorar la patología y considerar si es o no perjudicial el traslado", considera la delegada quien añade que entiende que los policías estén "preocupados por su salud", pero que según los informes que maneja Pereira este hecho "no supone ningún peligro".