La respuesta de la Junta de Extremadura a las declaraciones contra la región realizadas por el concejal de ICV-EUiA, Lluís Suñé, y por el ex diputado de ERC, Joan Puig, se efectuarán con la razón y en los tribunales de Justicia, según explica al vicepresidenta Primera y portavoz del Gobierno regional, Dolores Pallero, en el Pleno de la Asamblea de Extremadura en respuesta a una pregunta del diputado del PP, Juan Parejo.

Según recoge El Periódico Extremadura, Pallero indica que el Gabinete Jurídico de la Junta ultima "todas las acciones legales" que iniciará contra estos "personajillos políticos que necesitan insultar a todo un pueblo con absoluto desconocimiento para hacerse un huequillo".

Parejo también se interesó sobre si la Junta va a pedir al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que condene y se pronuncie sobre los "ataques vertidos por el nacionalismo catalán" a Extremadura. A este respecto, la vicepresidenta señala que la Administración regional no ha pedido a Zapatero que se pronuncie sobre este tema y "no" lo considera necesario, y añade que "cualquier persona con sentido común se entiende que evidentemente está en contra".

Asimismo, el diputado popular subraya que su grupo apoya las acciones legales de la Junta contras las ofensas, pero considera que con su "silencio" el presidente del Gobierno "ha actuado de manera cobarde" y la Junta de Extremadura "lo ha permitido". Zapatero "se está jugando el tipo con la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado y con la reforma del modelo de financiación territorial" y no exigido "respeto" a Extremadura porque "no ha querido cabrear a sus socios nacionalistas".    

Por otro lado, Juan Parejo recuerda que el PP alertó en su día del "peligro que suponía la publicación de las balanzas fiscales" en España porque "no servía más que para crear agravios comparativos, propiciar el ataque de unas regiones a otras, para poner en principio de igualdad en tela de juicio y para cuestionar el principio de solidaridad interterritorial" e indica que, "una vez más", Zapatero "sucumbió a las exigencias nacionalistas pasando por alto la opinión del resto de regiones y finalmente cedió".