La Asociación para la Defensa de los Animales Abandonados (Adana) ha denunciado ante la Consejería de Agricultura y Desarrollo Rural de la Junta de Extremadura al Ayuntamiento de Badajoz "por maltrato animal" al considerar que desatiende la perrera municipal los fines de semana y festivos, días en los que no hay personal en las instalaciones, según informó el presidente del colectivo, Enrique Mendoza.

Si la denuncia prospera, el ayuntamiento podría enfrentarse a una sanción económica, "aunque eso sería simbólico, porque lo que pretendemos es llamar la atención sobre que si alguien está obligado a cumplir las leyes son las administraciones", afirmaron desde Adana.

El colectivo sustenta su reclamación con las declaraciones efectuadas por el concejal y diputado nacional del PSOE Alberto Cabañes, que el pasado 20 de agosto denunció que entre el 15 y el 17 de ese mes, puente festivo, la perrera permaneció cerrada y sin ningún empleado, lo que provocó que dos perros murieran de sed. No obstante, desde el consistorio solo se confirmó la muerte de un animal y se señaló que la falta de agua no había sido el motivo, pues los bebederos se rellenan automáticamente.

 

IRAN CADA SEMANA El responsable de Adana anunció que, además de interponer la denuncia, el colectivo ha decidido, y "en vista de la dudosa situación de la perrera municipal" retomar las visitas semanales que hasta el año 2005 realizaba un grupo de voluntarios a estas instalaciones para comprobar el estado de los animales "y con el fin de denunciar cualquier circunstancia suceptible de ello".

Mendoza también mostró la disposición de Adana a formalizar un convenio con el ayuntamiento similar al que acordaron hace algunos años para que miembros del colectivo fuesen a la perrera los fines de semana y los festivos. "Fue muy fructífero", reconoció Mendoza que, no obstante, apuntó que en este caso el ayuntamiento debería aportar los medios y el colectivo los recursos humanos porque el primer acuerdo "nos costó dinero y nos gastamos 6.000 euros en un año", recordó.

Desde Adana admiten que la situación de la perrera ha mejorado tras la reforma de las instalaciones y fundamentalmente "porque la diputación no lleva allí a los perros que se recogen en la provincia, sino a una organización privada" evitando la masificación. "Ahora lo que existe es falta de sensibilidad, y no de medios", criticó Mendoza.

Por su parte, la concejala responsable del área, Cristina Suárez Bárcenas, aseguró que la muerte de un perro en el puente de agosto ha sido una circunstancia "totalmente puntual" y no algo que ocurra habitualmente en las instalaciones.

La edila explicó que hasta hace algún tiempo eran miembros de la asociación contra el abandono de animales Acan quienes se ocupaban de los perros los fines de semana y los festivos. Esa colaboración ha concluido y, ahora, el consistorio va a intentar que esos días estén cubiertos por los trabajadores a quienes se pedirá "que se den una vuelta" por las instalaciones para comprobar que todo está en orden. No obstante, insistió en que los cheniles están automatizados para que no falte agua y comida.

 

BUEN TRABAJO Cristina Suárez Bárcenas defendió el trabajo que se realiza en la perrera municipal y negó que se produjera ninguna situación de maltrato, "porque si fuera así, la primera que lo denunciaría sería yo". Aseguró además que se vela porque existan en las instalaciones las condiciones higiénicas más adecuadas y se dé el mejor trato posible a los animales.

En cuanto a la propuesta de Mendoza de que los voluntarios se encarguen los fines de semana y festivos de atender a los perros, la concejala señaló que sus puertas están abiertas a todas las asociaciones protectoras de animales e instó a los miembros de Adana a que se ponga en contacto con ella, "porque todavía ni siquiera me han llamado una vez para tener una reunión conmigo ", afirmó.