Ayer concluyó Festival Internacional de Folk de Plasencia, que en su décimo tercera edición ha querido relanzarse y afianzarse como referente nacional, en palabras de la edil de Cultura, Flor Prieto, "la participación ciudadana, que la gente salga a la calle y viva el folk". Por esa razón, este año se han potenciado las actividades paralelas.

Muestra de ello es el curso de percusión con instrumentos de cocina impartido por Vanesa Muela el viernes y el sábado, en el que niños y mayores pudieron descubrir las posibilidades sonoras de utensilios cotidianos. Además, Muela celebró ayer un concierto didáctico en el que mostraba el sonido de varios instrumentos tradicionales.

El festival llegó a todos los rincones de la localidad con los pasacalles. El jueves fueron los tamborileros de Plasencia los encargados de recorrer la ciudad con antiguos sonidos del norte de la provincia y el viernes y el sábado fue el turno de los Tambores de Teruel y de las Pandereteiras Erguedela, informa El Periódico Extremadura.

Por otra parte, el museo Pérez Enciso acoge hasta el quince de septiembre una muestra de instrumentos del mundo de la colección del músico madrileño Luis Delgado.

MUSICA DE CALIDAD Esta edición ha contado con grupos nacionales e internacionales, algunos de ello de reconocido prestigio en el mundo del folk, como Värttinä, de Finlandia, y los asturianos Tejedor, que cerraron el festival anoche junto a otra banda nacional, Balbarda. Mayalde, A cadiera coixa y Susana Seivane fueron los primeros en subirse al escenario de la Torre Lucía el jueves y el viernes fueron el gaitero Budiño, Dazkarieh desde Portugal y la banda regional Planeta Suroeste quienes hicieron saltar al público.