El Ayuntamiento de Almaraz iniciará hoy las gestiones correspondientes para solicitar a la Junta de Extremadura que lleve a cabo y de forma inmediata el cierre cautelar de la incineradora de animales muertos que se encuentra ubicada en las inmediaciones de la Autovía de Extremadura a dos kilómetros de Almaraz y que emana malos olores que han provocado más de una denuncia por parte de los vecinos. Así lo anunció ayer la alcaldesa, María Sabina Hernández, después de volver a sufrir una noche insoportable de un intenso hedor. "Esta noche -por ayer- ha sido horroroso, un olor inaguantable, muy fuerte a cadáver, es inconcebible, esto no se puede permitir y esta semana se tiene que tomar una determinación", afirmó. La alcaldesa explicó que los vecinos viven una situación inaguantable. "No se puede dormir, ni respirar, es antihumano, el mal olor se mete en las viviendas", aseguró.

Hernández recordó que la Junta de Extremadura, a través de las consejerías competentes, es quien debe de controlar que la incineradora que lleva en funcionamiento desde el 2005, cumpla las normas que se le exigieron en su día. "Que se cierre como medida cautelar, que se haga una buena inspección de que cumple todas las medidas que se habían impuesto y si no las cumple que se cierre definitivamente", solicitó.

La incineradora, que gestiona la empresa Tratamientos de Almaraz S. L. y cuyos responsables no se pronunciaron ayer, ya ha sido objeto hace dos años de denuncias de los vecinos de Belvís de Monroy, que recogieron firmas para pedir el cierre. Los afectados dijeron que los gases residuales de la incineración y los emanados de los animales en putrefacción producen una contaminación atmosférica que vulnera la legislación sanitaria.