La alcaldesa de Cáceres, Carmen Heras, ha visitado las obras que se están llevando a cabo en la planta de tratamiento de agua potable de la ciudad para mejorar la calidad del líquido, restituyendo su sabor y color y rebajando el índice de trihalometanos (unos compuestos orgánicos que ingeridos en grandes cantidades y durante un largo periodo de tiempo pueden producir daños hepáticos y favorecer la aparición del cáncer), según El Periódico de Extremadura.

En la actualidad ha comenzado la primera fase, dotada con un presupuesto de 625.000 euros, con la que se pretende cumplir con la normativa europea que exige que el 1 de enero de 2009, el nivel de trihalometanos en el agua sea inferior a 100 microgramos por litro, mientras que en la actualidad es índice oscila entre los 150 y los 100.

Con la segunda fase, para la que habrá que obtener financiación, puesto que su presupuesto superará los tres millones de euros, será con la que, finalmente, se logre mejorar el sabor del agua, puesto que se eliminará la cloración de la misma mediante un proceso de ozonización.

Precisamente, en esta primera fase se va a introducir la técnica de la ozonización en la fase de la precloración, lugar donde se producen los trihalometanos, al reaccionar el cloro con las sustancias orgánicas presentes en los depósitos de agua.

No obstante, según explicó la jefa de producción del Canal de Isabel II de Cáceres, Sonia Pérez, después de inyectar ozono al agua, se tiene que hacer una cloración final.

En esta planta potabilizadora se depuran cerca de 37.000 metros cúbicos diarios, mientras que el consumo diario en la ciudad está en torno a los 30.000, una cifra que, según los técnicos, se encuentra dentro de la media nacional.