El consejero de Administración Pública y Hacienda, Ángel Franco, muestra su temor a que el nuevo modelo de financiación autonómica sólo garantice la prestación de los servicios fundamentales (sanidad, educación y servicios sociales), pero no el resto. Según recoge El Periódico Extremadura, Franco reconoce que Extremadura no puede hacer una valoración positiva del documento entregado por el Gobierno en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera por ser "excesivamente ambiguo" y porque suscita en la comunidad extremeña "un temor que ayer si acaso se confirmó, posiblemente se acrecentó", respecto a las garantías de suficiencia financiera que el futuro modelo ofrezca a las autonomías.

El responsable de Hacienda asegura que teme que el modelo conduzca al "establecimiento de un fondo de garantías" que se limite a garantizar la prestación de los denominados "servicios fundamentales". Ángel Franco considera que la propuesta del Gobierno "pudiera esconder detrás" tal propósito. "Y digo pudiera, hablo en condicional, porque habría que confirmarlo", matiza el consejero, quien ayer manifestó en la reunión del CPFF estas mismas inquietudes. "Y no se me dijo que sí, pero tampoco que no, y por eso de que quien calla otorga entendemos que pudiera ser que se esté pensando en eso".

Franco puntualiza que en tal caso únicamente se garantizaría desde el Estado la prestación de los servicios fundamentales, cuando para Extremadura "todos los servicios" que tiene encomendados la administración autonómica "son fundamentales y básicos", entre los que cita la agricultura, las infraestructuras viarias y, cuando se produzca el traspaso de competencias, la Justicia.

"Hay cuestiones que no pueden quedar al albur de que las circunstancias del mercado nos permitan tener recursos o no para poder prestarlas", resalta el consejero y advierte de que hay "principios" que no se deberían "traspasar". "Y en palabras del presidente decía que con los principios no se come, pero es verdad que sin esos principios la comida puede acabar indigestándose".

El consejero de Hacienda de Extremadura precisa que la limitación de la garantía de financiación a los llamados servicios fundamentales "en otros ámbitos se ha demonimando liberación parcial de servicios" y apostilla que así "lo contiene el estatuto de una comunidad autónoma", en alusión al de Cataluña, en el cual se establece que están "dispuestos a ser solidarios, como dicen ellos, con el resto de las comunidades autónomas, pero sólo para los servicios fundamentales".

A juicio del consejero, "lo importante no es lo que se dice, es lo que no se dice" en el documento, de ahí que advirtiera en la reunión de ayer de que "hay ciertas cosas por las que Extremadura no pasaría". En este sentido, para él, la financiación de las autonómias se sustenta en "dos sumandos": los ingresos tributarios y el denominado fondo de suficiencia, si bien de la lectura de las bases propuestas por el Gobierno se puede interpretar que se les sumará un "fondo de garantías".

Ángel Franco observa que no rechaza este fondo de garantías, pero sí le preocupa que no se dice "nada" y, por tanto, "no se garantiza de forma explícita" el fondo de suficiencia. El responsable extremeño de Hacienda sospecha que "se está planteando" que aquellas comunidades a las que el fondo de suficiencia les salga "negativo", no reviertan las cuantías correspondientes en las arcas del Estado para que éste garantice la "cohesión del territorio", sino que "se lo queden en la tesorería autonómica", tal y como "apunta el Estatuto de Cataluña". Para Extremadura, esta circunstancia supondría que se pasa a un "modelo territorial que no está en la Constitución" y se estaría "hablando de una España absolutamente distinta a la que conocemos".

A pesar de todo, el consejero de Administración Pública y Hacienda destaca, como aspectos positivos de la reunión de ayer, el "esfuerzo" del Gobierno "en intentar fijar un procedimiento más transparente", consistente en "empezar a debatir sobre un documento de bases", a diferencia de ocasiones anteriores, cuando "se empezaba normalmente por acuerdos parciales" que luego se plasmaban en un documento final "que muchas veces era ininteligible".

Franco revela que el ministro de Economía, Pedro Solbes, bautizó el texto como "documento mártir", por las críticas que recibe. "Todas las comunidades autónomas, algunas por una razón y otras por otra, lo atacamos o cuestionamos".