Un juez de Cáceres ha obligado a Telefónica a informar a todos los clientes afectados por las tres averías graves ocurridas en el último trimestre del 2007 del derecho que les asiste para exigir una indemnización, y también de que la asociación Ausbanc tiene intención de poner una demanda por estos hechos, a la que esos usuarios podrían sumarse si lo desean.

La medida podría incluir a unas 900.000 líneas, entre fijas, móviles y ADSL, cuyos usuarios en Extremadura (tanto particulares como empresas) se vieron afectados. Según señaló el presidente de Ausbanc, Luis Pineda, el auto del titular del juzgado número 5 de Cáceres, Joaquín González Casso, constituye un logro "histórico", al exigir a Telefónica colaboración para que pueda interponerse una demanda contra ella.

Pineda comentó que antes de recurrir a la via judicial Ausbanc pidió a Telefónica que pagase las indemnizaciones en el plazo legal establecido (60 días desde la avería), y la respuesta fue que ya se habían pagado, aunque cuando se le reclamó que lo justificase, la compañía contestó de forma "difusa, divagante y opaca".

Por ello, la asociación acudió a los juzgados, como única forma de hacer llegar a los usuarios que tenían derecho a una compensación y que Ausbanc pensaba interponer una demanda a la que podrían sumarse.

Este modo de proceder es obligado, según se señaló desde Ausbanc, dado que Telefónica es la única que dispone de los datos personales de sus clientes, y no está autorizada a facilitarlos a terceros según la Ley de Protección de Datos. Esto supone que Ausbanc nunca podría tener en sus manos los listados de los afectados para ponerse en contacto con ellos. De esta forma, la única salida es que sea la compañía la que comunique a sus clientes que tienen derecho a una indemnización y que si quieren pueden hacerla a través de Ausbanc.

Pineda manifestó que la compensación incluye, por un lado, el derecho a que se haga un cálculo del consumo ordinario del cliente afectado por la avería y se le abone la parte proporcional al tiempo en el que se vio interrumpido el servicio, y además, el derecho a reclamar daños por los perjuicios causados en su actividad a raíz de esta interrupción de líneas, siempre que puedan ser acreditados.

El dirigente de Ausbanc manifestó que la actuación de la asociación que preside busca, por un lado, llamar la atención a Telefónica para que realice las inversiones necesarias que garanticen la prestación del servicio, ya que, a su juicio, estas compañías están muy acostumbradas "a facturar", pero poco acostumbradas a invertir y cumplir sus compromisos contractuales.

Por otro lado, se buscaría "aplacar la soberbia y llamar a la humildad" a las grandes empresas y, finalmente, "castigar reputacionalmente a quienes no cumplen la ley y mienten".

Pineda explicó que frente a la actitud de Telefónica, los clientes afectados continuaron "cumpliendo a pesar de todo con el pago de sus cuotas establecidas contractualmente". En cuanto al montante de la indemnización que podría derivarse de la demanda, el presidente de Ausbanc manifestó que, sin contar las compensaciones por perjuicios causados a empresas, las de carácter automático por no prestar el servicio superarían el millón de euros

La compañía no dio ayer una respuesta sobre la demanda de Ausbanc. Sí dijo que la habían pasado a su departamento jurídico para que la estudiase.