La Universidad de Extremadura (Uex) es uno de los centros de Educación Superior más barato para los alumnos y, sobre todo, para los padres. La matrícula del primer curso en una licenciatura cuesta una media aproximada de 693 euros, prácticamente 20 veces menos que en la Universidad Europea de Madrid, que es privada y es el centro universitario más caro de España. Así lo reflejan dos estudios comparativos publicados por la Fundación Eroski y por la Fundación Conocimiento y Desarrollo, dos trabajos que arrojan luces y sombras sobre las ventajas e inconvenientes de cada una de las 72 universidades españolas.

A la vista de los resultados, la Uex no sale mal parada. En la mayoría de las clasificaciones –en las que se mide desde la saturación de las aulas al volumen de libros en sus bibliotecas, pasando por el coste de las titulaciones, la formación del profesorado o el equipamiento–, aparece en la zona media, una situación que se enmarca dentro del contexto de que solo 22 de los centros nacionales tienen presupuestos superiores al de la institución extremeña.

En este sentido, la Uex destaca positivamente en tres apartados: el precio, el grado de éxito de licenciados y diplomados y los convenios con empresas. Así, es una de las universidades con los créditos más baratos, según el estudio de la Fundación Eroski. El coste medio del primer curso de una de sus titulaciones –teniendo en cuenta solo gastos de matriculación y lo que valen los créditos– se sitúa en 693 euros, 140 más que la universidad más económica –la de Granada– y 12.300 euros menos que en la más cara –la Europea de Madrid–. Eso sí, hay que tener en cuenta que los precios entre las públicas y las privadas son bastante grandes, de hecho, la universidad pública más costosa es la Autónoma de Barcelona, con 1.295 euros por la matrícula de primer año.

 

ALTO NIVEL DE TITULADOS Otro punto a favor de la Uex es el del alto porcentaje de alumnos que terminan la carrera dentro del tiempo establecido. En el caso extremeño, el 71% de los estudiantes completan su diplomatura o su licenciatura en los tres o cinco años que duran éstas, respectivamente. Es el undécimo mejor resultado de entre las 72 universidades del país, solo por detrás de centros de tanto prestigio como la Universidad de Salamanca, la Complutense, la Autónoma de Madrid o la Universidad del País Vasco.

Pero además, "destaca por su papel en el ámbito laboral, donde el número de convenios firmados con empresas es de 1.500", uno de los más altos de España dentro del sector público, según recoge el estudio de Fundación Eroski, con datos del curso que acaba de terminar. Así, solo la Uex tiene más convenios de prácticas y trabajo que las dos universidades de Aragón juntas o que la de Castilla-La Mancha, por ejemplo.

A esto hay que añadir que es uno de los centros que más gasta en Investigación y Desarrollo (I+D) en relación a la riqueza de su comunidad, destinando a esta labor el 0,37% del PIB extremeño. Unicamente superan ese porcentaje la enseñanza universitaria de Navarra y de la Comunidad Valenciana.

Sin embargo, también hay algunas sombras en el currículo de la institución educativa regional. Una de ellas es que ninguna de sus 92 titulaciones estará adaptada al Espacio Europeo de Educación Superior el próximo año, de acuerdo con la información de Eroski, con datos de la propia universidad. Es decir, sus nuevos alumnos no podrán empezar su formación bajo las exigencias y títulos establecidos por la UE.

 

MAS PLAZAS QUE ALUMNOS Otro aspecto negativo es la dificultad que tiene la Uex para cubrir todas las plazas que oferta. De hecho, por comunidades autónomas, Extremadura es junto a Andalucía y Madrid –éstas con varias universidades cada una– una de las tres regiones donde la demanda no cubre la oferta. En este sentido, según señala la Fundación Conocimiento y Desarrollo, en el curso 2006-2007 únicamente se cubrieron el 67% de sus plazas, lo que indica que de las 6.784 disponibles se quedaron sin cubrir 2.247 –33 de cada 100, el peor registro por autonomías–.

La Uex tampoco sale bien parada en otros aspectos, como en la creación de patentes y la presencia de personal investigador, con tasas muy bajas en comparación con el resto de España. No obstante, en este caso la información utilizada para la comparación es antigua. Corresponde al curso 2005-2006 y anteriores, por lo que no refleja los posibles avances de los últimos años y la situación actual.

Por otra parte, existe un parámetro que no ofrece una perspectiva clara de si es positivo o negativo. Este es el hecho de que entre el 20 y el 30% de los universitarios extremeños estudia fuera de la región, uno de los porcentajes más altos del país. Esto puede ser considerado como un síntoma malo, si se interpreta que se debe a que los estudiantes no encuentran en la Uex lo que buscan, o positivamente, como señala Eroski, si se considera que estudiar fuera es "un valor que repercute de manera beneficiosa porque permite vivir de forma independiente, enriquecer la formación personal y profesional y establecer nuevos vínculos".