Miles de extremeños se han dado cita este fin de semana en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe para participar en la clausura del Año Jubilar guadalupense, concedido por la Penitenciaría Apostólica con motivo del primer centenario de la Declaración Canónica de la Virgen Morena como Patrona de Extremadura.

Esta celebración ha contado con un notable despliegue de medios a lo largo de todo el año, así como una gran proyección dentro y fuera de la región, situando a la localidad cacereña como referente religioso y cultural.

La clausura comenzó ayer con la solemne eucaristía de acción de gracias, presidida por monseñor Antonio Cañizares, arzobispo de Toledo y primado de España, y concelebrada por los obispos de las diócesis extremeñas, de la de Segovia, por el guardián del Real Monasterio, fray Guillermo Cerrato Chamizo, y varios sacerdotes. Por parte de las instituciones públicas estuvieron presentes la directora de Patrimonio Cultural de la Junta, Esperanza Díaz García, y el alcalde de Guadalupe, Modesto Rubio Tadeo, informa El Periódico Extremadura.

En la homilía, Antonio Cañizares dio gracias a Dios por el Año Jubilar que ayer se clausuraba y solicitó a la Virgen de Guadalupe que proteja y ayude a toda Extremadura como Patrona y Madre, informa Efe. Además, anunció la apertura del primer centenario de la presencia franciscana en Guadalupe.

Precisamente, dicha comunidad ofreció a la Virgen un nuevo manto como señal de los beneficios y servicios que durante este siglo ha compartido con Guadalupe, Extremadura y España. Al finalizar la misa se bendijo un relieve en bronce, conmemorativo de este primer centenario del patronato y obsequiado por Pedro González Rodríguez-Morcón, Caballero de Guadalupe.

Además, antes de la eucaristía, monseñor Cañizares firmó un convenio con la Asociación de Discapacitados de las Villuercas. El objetivo de dicho acuerdo es la cesión de unos terrenos de la Diócesis de Toledo durante 30 años, a la que pertenece Guadalupe, para la construcción de un centro social. Posteriormente, la Basílica recibió durante todo el día a un gran número de peregrinos que han acudido allí, en su mayoría, para agradecer los beneficios y favores concedidos por la Patrona de Extremadura durante este Año Jubilar.

Ya la noche del sábado Guadalupe vibró con el espectáculo de luz y sonido que se celebro a las puertas y sobre las propias paredes del Real Monasterio. Allí fueron proyectadas espectaculares imágenes de diversas muestras de todo los tipos de artes guadalupenses –pintura, escultura, bordados, orfebrería, miniaturas…– al ritmo de la música de la banda de gaiteros A Carballeira de Orense.".

Toda una serie de broches de oro para este primer centenario de la Patrona de Extremadura, que ha traspasado con sus actos, devoción y nombre todas las fronteras de la región para proclamar, una vez más, su constante protección sobre todos aquellos que la invocan bajo el nombre de Guadalupe.