Los productores de porcino ibérico de Extremadura atraviesan una profunda crisis motivada por la bajada de los precios a los que se ven obligados a vender los animales a las industrias, al mismo tiempo que se ha producido una subida en los costes de producción por el incremento del precio de los cereales.

Para dar la vuelta a la situación, la Asociación de Productores de Cerdo Ibérico de Extremadura ha puesto en marcha todo un plan de choque, que según sus propios cálculos no afectará al consumidor final, aunque advierten que ello quedará en manos del mercado.

Entre las principales medidas a adoptar, la asociación propone reducir la oferta de productos de cerdo ibérico a la mitad, debido a que los actuales costes hacen inviable la cría del ganado, ya que al venderlo perciben una cifra inferior a su coste de producción. "Si no reducimos, nos arruinamos", explica a EL PERIODICO el presidente de la citada asociación, Javier Solano.

Este ajuste, con el que se pretende al menos "reducir las tremendas pérdidas", se traducirá en el sacrificio de, aproximadamente, entre 70.000 y 80.000 cerdas reproductoras, que se destinarán a la venta de carne. No obstante, advierte que esta cifra es estimativa y que puede variar, ya que precisamente otro de los problemas a los que se enfrentan los productores es a la falta de datos oficiales sobre censos, producciones o sacrificios, lo que les impide realizar estudios fiables para establecer estrategias de futuro.

Otra medida que tienen pensado poner en marcha a partir de la semana próxima es la retirada y almacenamiento de tostones, es decir, los lechones de entre 6 y 7 kilos que se venden para hacer, por ejemplo, cochinillo, que se van a sacrificar, a envasar al vacío y a congelar a la espera de una subida de los precios ofrecidos por la industria. Criar uno de estos pequeños animales le cuesta al ganadero unos 40 euros, y a día de hoy los está vendiendo a 5 ó 6 euros. "Esto no es vender, es regalar", lamenta Solano. En el caso de los animales cebados la situación no es mejor, ya que estiman que cada uno de los ejemplares criados le supone al ganadero unas pérdidas de 80 a 100 euros.

El sector espera que el precio de los lechones mejore en la campaña de verano, gracias a la demanda que se produce especialmente desde Portugal, donde este producto es muy consumido por los turistas extranjeros. Otra punta de mejora se espera para finales de año, con la campaña de Navidad.

 

MARCA PROPIA Como novedad, la asociación va a comenzar a comercializar el cochinillo ibérico de Extremadura bajo la marca propia ibericoextremadura , cuyos socios asumirán los costes de transporte, matadero y frío, para evitar que los intermediarios se queden con los diferenciales entre el precio que percibe el productor por los animales y el que posteriormente llega al consumidor en el mercado.

Esta asociación, creada en agosto del año pasado, está compuesta por más de 1.500 productores. En total, representa una producción anual de un millón de cerdos de las distintas categorías del ibérico (bellota, recebo y pienso), lo que supone aproximadamente el 20% de la producción nacional de porcino ibérico.

Aunque Solano se muestra optimista con respecto a superar la actual crisis, reconoce que en Extremadura aún faltan mataderos. De hecho, advierten que el ganadero "tiene que sacar la cabeza por donde sea", y si ello implica llevar sus productos a mataderos de fuera de la región, no tendrán más remedio que hacerlo, aunque su intención inicial no es otra que dejar el valor añadido de sus productos en la comunidad autónoma.

Otra queja del sector se refiere al fraude a la norma del ibérico, una ley que consideran buena pero que tiene en su falta de aplicación su principal problema. "Si se aplicara la norma de calidad del ibérico se resolverían todos los problemas del sector", indica Solano, y es que asegura que existe un porcentaje muy elevado de productos del cerdo ibérico que llegan al consumidor con "falsas denominaciones".